Una sesión plenaria de seis horas da para mucho. Se pueden debatir  seis mociones, una interpelación, aprobar las ordenanzas fiscales para el próximo año e incluso tener tiempo para desatascar asuntos municipales en la Junta de Castilla y León.

Y eso es lo que hizo ayer el alcalde de Valladolid, que además de moderar el Pleno e incluso intervenir en algún debate o contestar alguna pregunta, algo que no suele ser habitual, tuvo tiempo para enviar un mensaje al consejero de Fomento, Antonio Silván, para que su Consejería de el visto bueno al ARU 29 de Octubre.

Y es que ayer se vivió un Pleno bastante tranquilo a pesar de la densidad de los asuntos previstos en el orden del día. Quizás influyó que la sesión comenzó de forma distendida, con una moción de IU sobre itinerarios peatonales y ciclistas que propició un intercambio entre los portavoces de elogios y comentarios  satíricos, y que finalizó con la aprobación de la propuesta, algo también poco habitual.

Aunque la armonía estuvo a punto de romperse por un comentario de Luis Vélez, concejal socialista, sobre las rutas del paro y de los recortes del PP, que propició que el alcalde le llamara al orden. Aviso que desoyó, pare recibir otro apercibimiento por hablar de las rposibles rutas franquistas en la capital. Una actitud que no gustó al alcalde que, posteriormente, retó al edil a que vaya al barrio de Girón o del Cuatro de marzo a preguntar a sus vecinos si quieren cambiar el nombre.

Otro calificativo que molestó y mucho, esta vez a los socialistas, fue el del concejal de Hacienda al calificarlos de vagos por no presentar enmiendas a las ordenanzas. «Practican el discurso de la resignación cuando lo que tienen es falta de ideas y de trabajo», espetó Blanco.

El Pleno volvió a sus cauces normales y sólo algún que otro comentario consiguió despertar a las bancadas. Quizás el más sorprendente fue el de Mercedes Cantalapiedra, edil de Turismo, sobre el anterior presidente de la CVE. «El señor Soler pasó a la historia, afortunadamente», afirmó durante el debate de una interpelación sobre los horarios comerciales.