El Real Valladolid solicita a la LFP jugar en sábado ante el Zaragoza

Manuel Belver
-

El club blanquivioleta ha pedido, ante la posibilidad de que el José Zorrilla albergue la final de la Copa de rugby el 17 de abril, que su encuentro de ese fin de semana no se juegue el domingo

A estas alturas ya está claro que el Ayuntamiento de Valladolid, con el beneplácito de los dos clubes protagonistas, pedirá a la Federación Española la concesión de la final de la Copa del Rey de rugby del próximo 17 de abril para que se dispute en el José Zorrilla. Con protagonismo local, con el VRAC y El Salvador como rivales. Y con un escenario idóneo para el crecimiento de un deporte que en la capital castellana se codea con los mejores.

 

La Federación Española ya ha dado a conocer el pliego de condiciones para solicitar la final. Entre ellas, además de las expectativas, la posible asistencia y la repercusión mediática, está el canon, de 8.000 euros. El plazo estará abierto hasta el 22 de febrero, aunque pocos dudan de que la ciudad elegida será Valladolid.


Así que, para que esta final sea una fiesta completa se debería jugar en el escenario escogido. ¿Qué dice el Real Valladolid? Por el momento ya conoce la idea en boca del alcalde, Óscar Puente. Y su primer gesto es claro: el club blanquivioleta ha pedido a la Liga de Fútbol Profesional que su encuentro de ese fin de semana, que le medirá con el Real Zaragoza, se juegue en sábado. Ese partido, que se jugará en el José Zorrilla, es uno de los más atractivos de la jornada, que suelen ir en domingo -de ahí la petición del club-.


El problema es que hasta un mes antes (ayer se conoció que el Real Valladolid viajará al Carlos Tartiere para jugar contra el Real Oviedo el sábado 12 de marzo, a las 20.15 horas), no se sabrá el horario del partido ante los maños.


«Asegurarlo al cien por cien, no. Nos tienen que dar la final y hay que conseguir que el partido del real Valladolid se juegue el sábado. Y resolver algún problema de intendencia menor. Pero no hay dificultad para que sea un día que marque un antes y un después para el rugby; a señalar con letras de oro en el calendario. El rugby se lo merecía», ratificó ayer Óscar Puente en la Cope.