Las suaves temperatura de este invierno ha originado que la plaga de procesionaria se adelante en el calendario. El servicio municipal de Parques y Jardines está alerta especialmente en Pinar de Jalón, Fuente El Sol y Huerta del Rey (sobre todo los pinos de la avenida de Salamanca) donde desde mediados del mes de enero está abundando en demasía, lo que ha motivado de la misma manera a que los técnicos municipales hayan adelantado la labor para dificultar la reproducción de un tipo de oruga con una particularidad: con el contacto con humanos o animales sus tacto aterciopelado produce urticaria con consecuencias especialmente graves en la piel en niños y en animales, destacando severas irritaciones que han de ser tratadas sanitariamente para atajar la toxina que liberan los pelos de estas orugas, la histamina.

La plaga de esta larva suele aparecer con la entrada de los meses primaverales, pero este año se adelantado como nunca, indican las mismas fuentes, por lo que han extremado las precauciones en especial en las tres áreas forestales indicadas, donde abundan los pinos, pero también en otros puntos de la ciudad. Así, las autoridades advierten de que estas orugas en este momento son visibles en los árboles y en el suelo, y tienen pelos urticantes que provocan reacciones alérgicas razón por la que se recomienda no tocarlas.

Respecto a los efectos más inmediatos de la plaga sobre los propios ejemplares de pino pasan por la pérdida de hojas de los árboles, lo que provoca un debilitamiento grave de la planta aunque desde el servicio de Parques y Jardines tampoco creen que, al menos por el momento, sea una plaga especialmente invasiva que haga temer que acabe con algún árbol.En este sentido, asimismo, aclaran que la defoliación rara vez produce la muerte de los pinos pero los debilita en gran medida, facilitando el ataque posterior de otras plagas.

De su peligrosidad, el propio Ayuntamiento y la Policía Municipal de Valladolid hicieron ayer un llamamiento por sus redes sociales.