El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Urbanismo, está realizando unas obras de seguridad en el estadio José Zorrilla tras descubrir problemas en la estructura de hormigón de la instalación deportiva. Aunque ni desde el propio Consistorio ni desde el club se quiere alarmar ante estas deficiencias encontradas, la realidad es que se ha procedido a su subsanación para evitar riesgos de posibles desprendimientos. En principio el montante rondará los 100.000 euros, ya que se parte de unos 95.000, pero aún está en fase de estudio, y se confía en que todo esté solucionado para la disputa del primer encuentro del Real Valladolid en su feudo, el sábado, 25 de agosto ante el Barcelona.
Todo arrancó en octubre de 2016, cuando en una visita de los técnicos de la Concejalía de Urbanismo al estadio se decidió intervenir en la zona de la entrada junto a los campos Anexos por el peligro de caída de los paneles de la fachada. Inmediatamente se actuó en esa zona (con un coste de 50.000 euros), eliminando el riesgo; recubriendo además esa fachada con chapa microperforada para conseguir mayor seguridad, evitando por completo y con garantías la posible caída de plazas o fragmentos sobre el espacio de acceso al estadio por esa zona. Además, tras esa visita, se decidió encargar un ‘Estudio de Patologías’ del recinto deportivo, que incluyó la peritación de pórticos, graderíos, marquesina, mástiles, torres de iluminación y fachadas, así como la propuesta de actuaciones en todos los ámbitos citados.
Curiosamente, se descubrió entonces la existencia de un informe de 2009 sobre el ‘Estado de Conservación de la Estructura y Patologías’. En él se planteaba la necesidad de actuar en diversos lugares (algunos forjados, ménsulas, graderíos, cubiertas y torretas...), así como la de recubrir los paneles prefabricados «evidentemente afectados, a fin de evitar desprendimientos de material». A pesar del informe y de la urgencia de algunas intervenciones, no se hizo nada. «Si ya entonces había que actuar, más habrá que hacerlo en el presente, en que la degradación podría haber aumentado», se señalaba desde la Concejalía ese noviembre de 2016.
El año pasado ya estaban previstas esas obras dentro de las conocidas como Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS), que se financian con remanente de Tesorería del año anterior. En este caso, las del estadio José Zorrilla, que iban destinadas a desprendimientos, torres de alumbrado, refuerzo tribuna norte y restauración estructura metálica, por valor de 400.000 euros, fueron las únicas que no se ejecutaron porque no había un proyecto con visto bueno.
Ahora, el Ayuntamiento, tras revistar ese proyecto, y después de dar un plazo para abordar esas principales deficiencias al propio Real Valladolid, se ha tenido que hacer cargo de ellas de forma subsidiaria ante la pasividad del club, al que deberá repercutir el coste. Ya están trabajando para solucionar los desperfectos en el hormigón y evitar posibles riesgos. «No parece que haya peligro de hoy para mañana», aseguran desde el Ayuntamiento al hablar de tareas de sujeción para evitar «posibles desprendimientos de hormigón, que se concentran en algunos pórticos, mientras que en el interior, al no haber penetrado el agua no observan daños de este tipo. Excepcionalmente se localizan fisuraciones de menor importancia en los mástiles superiores y otros elementos de hormigón armado expuestos directamente a la intemperie».
Petición del PP. Por otro lado, el grupo Popular ha propuesto al equipo de Gobierno agilizar el nuevo convenio con el Real Valladolid y que se planifique la remodelación del Estadio José Zorrilla, que cumplirá 40 años dentro de cuatro y al que se le han ido haciendo reformas parciales, «y poniendo parches para mantener su estructura en condiciones de seguridad».