Las sillas del hambre llegan a la Plaza Mayor

Óscar Fraile
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Parados en Movimiento protesta frente al Ayuntamiento y pide que no haya ningún desempleado sin prestación económica

Los parados llevaron ayer sus sillas del hambre a la Plaza Mayor de Valladolid. - Foto: Ical

Las sillas del hambre llegaron ayer a Valladolid de la mano de Parados en Movimiento, un grupo que protestó ayer frente a la puerta del Consistorio para pedir que no haya ningún desempleado sin prestación y que se aplique la Renta Básica. Para ello se inspiraron en una iniciativa que se ha generalizado por toda España y que nació al calor de protestas como la del leonés Ramiro Pinto, que inició una huelga de hambre en la puerta del antiguo INEM.


Se trata de una forma de decirles a los políticos que hay gente «sentada, sin tener nada que hacer» y en algunos casos, los más extremos, sin tener nada que llevarse a la boca. «Ha pasado mucho tiempo desde que empezó la crisis hasta ahora, los subsidios se acaban y ya hay tres millones de personas que no tienen prestación, y tres millones de niños en el umbral de la pobreza», se queja el presidente de este colectivo, Miguel Luis, quien también añade que «un país como España no puede permitirse eso».


Y ese drama a nivel nacional también lo viven más o menos la mitad de los casi 47.000 parados que hay en Valladolid.


Y por eso un grupo formado por más de 20 parados puso ayer frente al Ayuntamiento unas cuantas sillas, para hacer visible que detrás de las cifras hay personas y familias que sufren y que se sienten excluidas de la sociedad. Unos nombres que cada uno de ellos quiso poner ayer en una hoja que simulaba una esquela con su propio nombre y su situación, como la de Rosa: «48 años, parada de larga duración».


Estos parados consideran que todo se trata de una cuestión de voluntad política. Su presidente, dice que para reducir el número de parados basta con «retirar la reforma laboral» porque «se ha demostrado que bajando los salarios y abaratando el despido no se ha conseguido otra cosa que aumentar el paro».


El presidente de Parados en Movimiento también denuncia que el problema es mucho más grave de lo que muestran las cifras. «Unos números que no reflejan los autónomos que no tienen trabajo, o la gente que no se apunta al INEM por estar ya desmoralizada e incluso los 400.000 españoles que se han ido fuera», dice Luis. «A ver qué hacemos como nos los devuelva ‘la Merkel’», agrega.


Este grupo de parados también se queja del poco caso que se les hace en la Administración. «Hemos dejado varias cartas con propuestas en la Delegación del Trabajo de la Junta, pero nunca nos han contestado y del Ayuntamiento solo sacamos cursos que no sirven para mucho», aparte de los huertos ecológicos, que fue una iniciativa nuestra que tardaron dos años en admitir».