El Museo de Escultura estrena seis salas con 99 piezas sobre su historia

Ical
-

Con los títulos 'La Memoria del Museo' y 'Arte y Vida privada' se han constituido los nuevos espacios autobiográficos · El centro celebra este fin de semana jornada de puertas abiertas

El Museo Nacional de Escultura «rejuvenece y diversifica su exposición» con la apertura de seis nuevas salas que albergan casi cien piezas. El centro museístico «sigue creciendo» con la inauguración ayer de unas las organizadas en dos espacios temáticos (’La memoria del Museo’ y ‘Arte y vida privada’), que dan cobijo a un centenar de pinturas, esculturas, objetos, mobiliario, armas, documentos y fotografías, según recogió la Agencia Ical.


Tres años después de la apertura al público de la Casa del Sol con la colección del Museo de Reproducciones Artísticas, «el museo diversifica su exposición con temas atractivos y distintos, que hasta ahora carecían del espacio adecuado para ser exhibidos», como explicó ayer su directora, María Bolaños, quien reconoció que con la presentación de ayer ve la luz un proyecto «muy largamente acariciado, que finalmente podemos ver abierto para beneficio de la ciudad y de los visitantes, en el cual no es tan importante la cantidad de obras mostradas, sino el trasfondo de lo exhibido, que brinda al público nuevas perspectivas sobre la historia de Valladolid y de sus instituciones».


 «Estos nuevos espacios tienen proporciones más íntimas y domésticas. Son idóneos para este enfoque diferente que se les ha querido imprimir para favorecer una visita un poco más reposada, más solitaria, cargada de sensibilidad y de sentido histórico», expuso Bolaños, que se congratuló de que la Sala B del Museo, «tras tantos años descolgada del resto de la colección», finalmente ya está acompañada por las Salas A y C que «completan el proyecto inicial». «Es una trilogía de salas temáticas, monográficas, que tiene cada una su propia personalidad y que ofrecen dimensiones y perspectivas muy distintas de la colección», detalló.


 Las nuevas salas se ubican en dos laterales del patio del Colegio de San Gregorio. El primer espacio ha sido denominado ‘La memoria del Museo’, y en él se cuenta: «He aquí un museo tan antiguo como nuevo, tan singular como insuficientemente conocido».


En este área, tres salas documentan la estrecha ligazón del Colegio de San Gregorio y del museo con las vicisitudes de la historia de España, con su realidad social y con los diversos contextos políticos y culturales. Entre las piezas exhibidas destacan la escultura de San Gregorio encargada por el Colegio al escultor Gregorio Fernández en 1609 y restos arquitectónicos del edificio como la cabeza de uno de sus célebres salvajes.


Otra sala detalla las condiciones del nacimiento del museo, con fragmentos de retablos, pinturas o fotografías de los sucesivos montajes o testimonios del impacto que causó la visita al Museo de algunos escritores. Por último, la tercera documenta los orígenes del Museo de Escultura en 1933, con fragmentos audiovisuales de Vicente Escudero bailando entre sus piezas, portadas de prensa o un fragmento de un sepulcro renacentista en alabastro.


El segundo de los nuevos bloques temáticos, denominado ‘Arte y vida privada’, evidencia «la relación íntima del hombre con sus propias posesiones, a través de retratos de sus familiares, tejidos, relojes o enseres domésticos, que han llegado hasta nuestros días casi como restos de un naufragio de otra época», dijo Bolaños. En esas tres salas, además, aparecen ante el visitante uno de los escasos retratos que se hizo en vida a la reina Juana.