«De aquí al final de la temporada hay que estar súper unidos todos. Hago un llamamiento, no solo a la afición, a jugadores, cuerpo médico, entrenadores, prensa... todos unidos para lo que queda, con nuestros aciertos y errores vamos a tener que empujar todos. Al final la afición ayuda a ganar partidos cuando está ilusionada con el equipo. Sé que no siempre le podemos dar lo que quiere, le pido que nos perdone y nos ayude a empujar estos 9 partidos que nos quedan en casa». Rubi lanzó ayer este alegato en la víspera de un encuentro muy importante, como repitió en varias ocasiones ante el choque de mañana con el Sporting, consciente del masivo desplazamiento de aficionados de Gijón (se habla de unos 2.500) y de la necesidad de contar con los suyos en las gradas de Zorrilla.
Hay que recordar que la Federación de Peñas pidió ya el lunes el máximo apoyo para este encuentro, anunciando un ‘pequeño mosaico’ en el fondo norte del estadio, donde se ubican la mayoría de las peñas blanquivioleta.
El partido es de los de órdago: el cuarto recibe al segundo, con solo tres puntos de desventaja. «El Sporting es un equipo con mucha intensidad, con jugadores que están destacando a nivel individual, que es organizado y sabe como ataca y defiende. Tiene un hecho diferencial con los saques de banda. Ha marcado 5. Es espectacular. Hay que elogiarlo pero no tenerlo miedo», analizó Rubi que calificó como «tremendo» el hecho de que los asturianos no hayan perdido aún un partido fuera de casa, pero que matizó que eso les motiva para ser los primeros en hacerlo.
Sin entrar en matices sobre si va a volver a cambiar de sistema o si algunos futbolistas están para 90 minutos (cree que Tulio de Melo y Hernán Pérez no lo están aún), dejó claro cuál es la fórmula para imponerse al Sporting: «La idea es que impongamos nuestra forma de jugar, como desde el primer día. Lo que quiero es que el equipo muestre personalidad, salga y juegue al fútbol. Lo que más daño le puede hacer al Sporting es que el que tenga delante juegue bien al fútbol».
«Final no lo es. Cada jornada que pase será más final que la anterior excepto que matemáticamente no tengas opciones», añadió para reiterar que los dos próximos partidos son importantes pero no tanto, «excepto que hagas un 0 de 6 y el rival gane, lo que haría ir a remolque con mucho menos. Para mí son muy importantes por el goalaverage, porque vienes de perder y porque es un rival directo. Pero hay tiempo para todo».
Rubi baraja cuatro ubicaciones donde situarse ya que al estar sancionado será su segundo, Jaume Torras, el que esté en el banquillo: «Él tendrá libertad porque tiene cualidades».
Caso Albacete. Rubi se mostró preocupado por la posible liquidación del Albacete, por sus propios profesionales y por sus repercusiones: «A nivel de clasificación no me voy a preocupar hasta que no pase. Porque si tiene que pasar debería ser a final. A mitad, es condicionar mucho».