El Ayuntamiento de Valladolid, que acaba de aprobar sus cuentas para 2019, cerrará este mandato con el nivel de ejecución de inversiones presupuestadas más bajo de los últimos diez años. Los datos de la Intervención municipal sobre el presupuesto de 2018, a los que ha accedido El Día de Valladolid, son provisionales a 31 de diciembre, pero reflejan que de los 73.317.263,47 euros presupuestados, incluidas las conocidas Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) que se financian con el superávit del ejercicio anterior, solo hay obligaciones comprometidas por 30.165.977,03 euros y los pagos realizados son de 24.290.898,56 euros.
Estos datos reflejan que el nivel de ejecución del 41,06 por ciento, todavía se puede incrementar ligeramente porque no está cerrada definitivamente la liquidación de las cuentas. Además, este porcentaje sube si se tienen en cuenta las transferencias que se realizan a las fundaciones o entidades municipales para financiar sus propios proyectos de inversión. En este caso, la partida global en 2018 fue de 82,6 millones de euros, ya que a los 73,3 millones de inversiones se sumaban otros 9,3 millones, de los que se han comprometido y pagado 6,5 millones de euros. Esto implica que el porcentaje de ejecución presupuestaria de 2018 sube hasta el 44,3 por ciento. Un dato que sigue siendo inferior al peor de la última década, donde la media es superior al 50 por ciento, pero donde en años como el 2012 se llegó al 93,3 por ciento.
El dato de ejecución de 2018 está también muy alejado del que consiguió el equipo de Gobierno municipal formado por PSOE y Valladolid (VTLP) en su primer año de mandato, en 2015, cuando cerraron el ejercicio con un cumplimiento del 71,3 por ciento. Ese fue también el año de mayor consignación, ya que el capítulo de inversiones y transferencias corrientes sumó 88,8 millones y se ejecutaron 63,3 millones de euros, once puntos más que en el último año del mandato de Javier León de la Riva. Además, en ese ejercicio el conjunto del Ayuntamiento, sus fundaciones y sociedades cumplieron con los objetivos de estabilidad presupuestaria, deuda y regla de gasto y cerró con un superávit de 28,1 millones.
En 2016, el Gobierno de Puente dedicó inicialmente a inversiones 63,7 millones de euros, contando las transferencias, para ejecutar finalmente 32,7 millones, según los datos que aparecen en el portal de transparencia del Ayuntamiento de Valladolid. Esto supone que se consiguió rozar el 52 por ciento de ejecución. Un porcentaje que se superó en 2017, cuando se alcanzó el 56,96 por ciento al ejecutar 38 de los 66,8 millones de euros que estaban previstos en el capítulo de inversiones.
Precisamente, la baja ejecución presupuestaria del pasado año permitirá al equipo de Gobierno contar con una partida de superávit de 23,9 millones de euros para dedicar a las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS), que complementan la inversión prevista en los Presupuestos Municipales para este año de 40 millones. Este capítulo que se podría denominar de obras ‘complementarias’, incluye algunas obras tan significativas como las que dotarán al barrio de Parquesol de un nuevo Centro de Mayores o una nueva biblioteca municipal, dos proyectos que supondrán una inversión cercana a los 2,5 millones de euros. Otra inversión cuantiosa que se afrontará con el superávit del ejercicio de 2018 es la reforma del edificio de Jefatura de la Policía Municipal, que tendrá un presupuesto de 2,24 millones de euros.
Acuerdo. Las cuentas del Ayuntamiento de Valladolid para este año, que se han aprobado esta semana gracias al acuerdo entre PSOE, Valladolid Toma la Palabra (VTLP) y Sí Se Puede Valladolid (SÍVA), suponen que disponga de un presupuesto consolidado de 341,5 millones de euros, de los que 285,8 millones corresponden al Ayuntamiento, un 0,91 por ciento más que en 2018, de ellos, 40 millones se destinarán a inversión, donde destacan partidas como las de cuatro millones de euros para la compra del convento de Santa Catalina; tres millones para el proyecto de rehabilitación de la barriada del 29 de octubre y otros tantos para comprar nuevas viviendas para el parque social municipal. Además, hay 1,5 millones de euros del proyecto europeo Urban Green Up, que incluye proyectos como la cubierta verde del mercado de El Campillo.
Enmiendas. Las últimas cuentas del mandato incorporaron dos enmiendas del grupo municipal de Ciudadanos y una, parcialmente, del grupo del Partido Popular, pero eso no fue suficiente para que el equipo de Gobierno consiguiera su voto favorable, pero sí el del concejal no adscrito, Jesús Presencio, que renunció a presentar enmiendas. Los que no presentaron propuestas fueron los tres concejales del grupo municipal de Sí Se Puede, que ya habían pactado con el equipo de Puente las líneas generales del presupuesto municipal. De hecho, su portavoz, Charo Chávez, aseguró que estas cuentas las sentía como propias.
Una posición opuesta expresó la portavoz de Ciudadanos, Pilar Vicente, que considera que estos son unos presupuestos «sin rumbo y sin proyecto de ciudad». De hecho, llegó a calificarlos como «los peores» del mandato. Unas críticas que no menguaron a pesar del anuncio de que se aceptaban sus propuestas para mejorar los accesos al estadio José Zorrilla, con una partida de 30.000 euros, y la dotación de 45.000 euros más para las ayudas a la autonomía personal en el domicilio y el transporte de personas dependientes o con movilidad reducida, informa Europa Press.
En el Pleno también se planteó la aceptación «parcial» de la enmienda del PP para un nuevo acceso por carretera desde la N-620 al barrio de La Overuela, si bien la partida se reducía de los 500.000 euros propuestos por los ‘populares’ a 50.000 con los que Urbanismo asumiría el estudio del proyecto porque afecta a una vía que no es de titularidad municipal.
El portavoz del PP, Antonio Martínez Bermejo, rechazó que se redujera en un 90 por ciento la cantidad propuesta, por lo que mantuvo la enmienda como estaba inicialmente planteada y cosechó el voto contrario de la mayoría. Además, reprochó al Gobierno municipal que 2018 haya concluido con la ejecución de tan solo el 40 por ciento de las inversiones presupuestadas, por lo que aventuró que, si como prevé el Presupuesto de 2019 se aprobará definitivamente en el Pleno de marzo -debe abrirse un periodo de información pública de un mes- «tendrán solo 50 días para gestionarlo» y «no ejecutarán nada de nada».