Rajoy avisa a Mas de que «nadie va a romper España» tras el 27-S

AGENCIAS
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El líder 'popular' llama a votar en las autonómicas para poner fin «a la división» creada por el 'president' e insiste en que no permitirá que los catalanes sean extranjeros en su propio país

Después de la convocatoria oficial de las elecciones en Cataluña, las reacciones, los avisos y todas las afirmaciones por parte de los políticos del país se pueden considerar ya parte de la precampaña, que, sin duda, estará marcada por la batalla entre los separatistas y los constitucionales, que quieren evitar a toda costa que la cita se convierta en algo más que unas autonómicas. Así, el jefe del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, insistió ayer, precisamente, en esa idea, remarcando que los comicios «son importantes», por lo que instó a los ciudadanos a acudir a las urnas para «poner fin» a la «división, la confrontación y la discordia» creada en esta legislatura por el president, Artur Mas, al que, de paso, advirtió de que «nadie va a romper España», descartando el carácter plebiscitario al que volvió a aludir el mandatario regional.
«Nadie va a convertir a los ciudadanos de Cataluña en extranjeros en su propio país», remarcó en un paréntesis de sus vacaciones en Huelva, en el que incidió en que «nadie se lleve a engaño ni juegue con la voluntad de la gente», al subrayar que se trata de unas elecciones al Parlamento y no de una cita que decida la independencia.
Tras criticar que se quiera «obligar a la gente» a elegir entre ser catalanes, españoles y europeos, subrayó que hay que acabar con la «confrontación» para «trabajar todos integrados y de manera conjunta» en el objetivo de resolver los problemas reales que preocupan a los catalanes.
Sin embargo, Mas siguió en sus trece y, al igual que hizo tras la firma del decreto por el que llamaba a los comicios, definió que la convocatoria es un «acto de legítima defensa ante el ataque sistemático» del Gobierno central y otras instituciones como el Tribunal Constitucional, al tiempo que fijó la victoria del sí en que Junts pel sí y la CUP sumen, por lo menos, 68 diputados, la mayoría absoluta.
Esta vez no esquivó el término plebiscitario, aunque remarcó que, legalmente, son elecciones ordinarias, e insistió en que servirán para contar cuántos ciudadanos están a favor de la independencia y cuántos en contra. «Todo el mundo sabe que el recuento que se hará tendrá este carácter», reiteró, al tiempo que retó a Rajoy a cambiar el 27-S por un referéndum acordado con el Estado. «A ver qué dicen, aunque me temo que dirán que no», censuró.
También se posicionó sobre el panorama que se abriría en caso de una victoria mínima del no y apuntó que, en esa situación, los soberanistas deberían dar «un paso atrás» y el Ejecutivo central tendría que tomar nota del apoyo secesionista.