Interceptan en Córcega una obra de Picasso inexportable

AGENCIAS
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Jaime Botín, dueño de 'Cabeza de mujer joven', valorado en 26 millones de euros, intentó sacar la pintura en mayo, pero la Audiencia Nacional prohibió que pudiera salir de España

No llegó a buen puerto. El cuadro Head of a young woman (Cabeza de mujer joven) llamó la atención de las autoridades francesas cuando era trasladado en barco con destino a Ginebra. El lienzo de Pablo Picasso, valorado en 26,2 millones de euros y perteneciente al expresidente de Bankinter Jaime Botín, iba a ser trasladado a Suiza, a pesar de que la Audiencia Nacional española había prohibido sacarlo de España. 
Según informó la Dirección General de Aduanas e Impuestos Indirectos, los agentes se incautaron el pasado viernes de la obra del artista malagueño y ahora están a la espera de indicaciones de las autoridades españolas. 
La brigada de Calvi (Córcega) se interesó por la situación del lienzo a raíz de «un intento de exportación a Suiza» desde la oficina de Bastia, en esa misma isla francesa. Así, el pasado 31 de julio abordaron la nave que transportaba la pintura, que en ese momento estaba atracada en el puerto deportivo de Calvi. 
Los policías solicitaron la documentación del cuadro, pero el capitán del barco solo pudo presentarles un documento de evaluación del óleo y una copia de la decisión de la Audiencia Nacional del pasado mayo que «confirmaba que se trataba de un Bien de Interés Cultural, que en ningún caso puede traspasar las fronteras españolas». La obra pertenecía a Jaime Botín, de 79 años, quien no estaba presente cuando los agentes abortaron esta tentativa de exportación, que no estaba realizada a su nombre. 
 
Una joya. No fue este el primer intento de que la valiosa cabeza de mujer pernoctara fuera de su país de origen. La Justicia española había prohibido al hermano del fallecido presidente del Santander Emilio Botín retirarla del país el pasado mayo, avalando una decisión al respecto adoptada por el Ministerio de Educación del 26 de julio de 2013, que confirmó su «inexportabilidad» por su elevado valor artístico.
  Botín había tratado de sacar el cuadro, perteneciente al período de Gósol del pintor malagueño (1906), mediante una petición en 2012 a la Secretaría de Estado de Cultura. En ella autorizaba a la casa de subastas británica Christie’s a realizar el traslado a Londres. Sin embargo, unos días después, la Junta de Calificación de Bienes del Patrimonio Histórico denegó el permiso argumentando que no existía «una obra semejante» y que se trataba de una de las pinturas de una etapa en la que el autor «se ve claramente influenciado por la plástica del arte ibérico» y en la que su trabajo influyó «decisivamente, no solo en el cubismo y en la evolución del siglo XX». 
Este mismo organismo encargó a la conservadora jefe de Pintura y Dibujo del período 1881-1936 del Museo Reina Sofía un informe en cuyas conclusiones se destacaba la «excepcional importancia» de la pintura, adquirida por Botín en 1977 a la Marlborough Fine Art de Londres.