Denuncian al dueño de un kebab por obligar a sus empleados a trabajar 7 días por 400 € y dormir en el local

A.G.M.
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La Guardia Civil imputa al empresario, un paquistaní de 51 años, un delito contra los derechos de los trabajadores · Dos de las tres víctimas ni siquiera estaban dadas de alta en la Seguridad Social · El restaurante K2 está en Íscar

La denuncia de un ciudadano ha servido para destapar una trama de explotación laboral en Íscar, en un pequeño restaurante de comida turca, en el que, supuestamente, se obligaba a trabajar a tres personas por unos sueldos por debajo del Salario Mínimo Interprofesional y a los que no se les respetaban sus derechos en cuanto a descansos, por ejemplo.

La investigación, que acabó con la imputación del dueño del local, ha sido llevada por agentes del puesto de Íscar de la Guardia Civil. El denunciado es un hombre de 51 años y origen paquistaní, al igual que las tres víctimas. Según detallaron fuentes del caso, en el momento en el que se llevó a efecto la inspección, los guardias descubrieron que, además, los empleados estaban obligados a dormir en el interior del local.

Sin contrato. El restaurador está acusado de un delito contra los derechos de los trabajadores. Regenta, según ha podido saber este periódico, el Kebab K2, de la propia localidad de Íscar, donde trabajaban tres compatriotas, aunque dos de ellos no tenían ni contrato. Respecto al tercero, que sí estaba dado de alta, la Guardia Civil sostiene que «estaba siendo privado de sus derechos como trabajador», puesto que, además, de pernoctar en el restaurante, trabaja todos los días, sin ninguna jornada de descanso, y todo ello «por unos honorarios mínimos»: 400 euros al mes.