La Fiscalía pide 14 años por la muerte a golpes de 'Sebitas'

A. G. MOZO
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El Ministerio Público entiende que fue un homicidio, pero la acusación particular defiende la concurrencia de alevosía en el presunto ataque de Tomás A.S. y exige 20 años por asesinato

El crimen del Barrio España está ya en la Audiencia de Valladolid a la espera de fecha para un juicio en el que un jurado popular tendrá que dirimir si la muerte a cuchilladas y golpes de Sebastián V.R. (‘Sebitas’) fue un homicidio o un asesinato; y si las pruebas recabadas contra el único acusado, Tomás A.S., son las suficientes para condenarle a unas penas que, inicialmente, oscilan entre los catorce años que reclama la Fiscalía de Valladolid y los veinte que pide el abogado que ejerce la acusación particular en nombre de la familia de la víctima.

El Juzgado de Instrucción 1 dio por concluida la investigación del crimen hace un mes, con Tomás A.S. como único procesado por la muerte de ‘Sebitas’, tal y como ha podido conocer ahora El Día de Valladolid en fuentes jurídicas. En un principio, la Fiscalía entiende que el caso encaja dentro del tipo penal del homicidio, mientras que la acusación particular defiende la concurrencia de la alevosía y lleva la actitud del sospechoso hasta el delito de asesinato.

LA ALEVOSÍA. El abogado de la familia de ‘Sebitas’ sostiene que la alevosía encaja por la utilización por parte del asesino de un arma blanca (el cadáver presentaba una veintena de cuchilladas), así como de una piedra con la que golpeó en la cabeza dos veces a la víctima, ataque que terminó causándole la muerte.

La Fiscalía, en cambio, no da por hecha la existencia de esa alevosía (emplear medios y modos con los que asegurarse el resultado y sin riesgo para la integridad física del homicida), ya que se desconocen las circunstancias concretas en que ocurrieron los hechos aquel 9 de junio, junto a la ribera del Pisuerga, cerca del Barrio España, en donde vivían víctima y presunto verdugo. Tomás A.S. ha rechazado en todo momento su participación en el crimen y no se ha logrado averiguar una hipótesis diáfana sobre cuál pudo ser el móvil del ataque, ya que se descartó la deuda económica y se apuntaría a la posibilidad de una disputa por diferencias personales como hipotético desencadenante de la muerte de ‘Sebitas’.

En sus declaraciones, el único acusado ha admitido que conocía a la víctima desde hacía «muchos años», pero ha rechazado hasta que el día del homicidio estuviese por la zona, coartada destruida a través de un informe pericial de la Brigada de Policía Científica que, analizando la triangulación de la posición del teléfono móvil de Tomás A.S., logró situarle en el entorno del Barrio España a las horas del crimen. No es lo único que jugaría en su contra, ya que, además, también pudieron aislarse restos de ADN del detenido en el lugar del crimen -en Soto de Medinilla-, unido al hecho de que él fue, casi desde el primer momento, el único sospechoso para el Grupo de Homicidios de la UDEV de la Brigada de Policía Judicial, que le apresó apenas 48 horas después del hallazgo del cadáver.