Una terapia del Icicor soluciona la insuficiencia cardíaca crónica

S.C. (Ical)
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El Instituto de Ciencias del Corazón (Icicor), dependiente del Hospital Clínico, redobla los esfuerzos para ofrecer una alternativa a los pacientes que no responden a otros tratamientos

El Instituto de Ciencias del Corazón (Icicor), dependiente del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, redobla esfuerzos para avanzar en una nueva terapia alternativa como solución a aquellos pacientes con insuficiencia ventricular izquierda que no responden a otros tratamientos o intervenciones. Consiste en implantar un nuevo dispositivo que se denomina V-Wave, que no precisa cirugía mayor ya que se implanta de manera percutánea, y que en el último año han utilizado en siete pacientes, de los que seis han tenido una evolución clínica muy favorable. Es más, se podría plantear incluso como puente al trasplante, en la medida que puede mejorar las condiciones del paciente para afrontar esta intervención, incluso aumentar su calidad de vida en el caso de que sea candidato y se encuentre a la espera de un corazón.

El equipo trabaja ahora en el cruce de datos y análisis de pruebas objetivas para dar el siguiente paso, probar, una vez que se demuestre que es segura, que la técnica es efectiva. Para ello, desde el Icicor se ha solicitado apoyo del Instituto de Salud Carlos III, a través de un proyecto FIS a tres años, con el objetivo de incluir nuevos pacientes y avanzar en uno de los “proyectos estrella” que el centro coordina en Europa, según explica a Ical el director del Icicor y jefe del Servicio de Cardiología, Alberto San Román. “Se trata de pacientes con insuficiencia cardíaca que no pueden ser trasplantados y a los que tenemos que dar otra solución con nuevas herramientas”, añade, para incidir en la importancia y también en la obligación de estos profesionales de buscar nuevas alternativas.

Alternativa. Esta aventura está liderada por el burgalés Ignacio Amat Santos, cardiólogo intervencionista del Servicio de Cardiología del Clínico de Valladolid, y en ella participan otros dos centros españoles, el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, bajo la coordinación de los doctores Luis Nombela y Bruno García, junto a otros dos centros europeos. Precisamente, hace ahora un año, el 23 de diciembre de 2014, se implantaron los dos primeros dispositivos en sendos pacientes en Europa -en concreto, en Valladolid-, y todo apunta a que podría convertirse en una alternativa para este grupo de personas.

Paso previo a la implantación en el Clínico Universitario, hace dos años el Instituto de Cardiología y Neumología de Quebec comenzó un estudio sobre ocho pacientes que ya dejaba intuir que la técnica ayuda a disminuir la fatiga de forma importante. Fue precisamente en este centro donde se formó Amat, bajo la dirección del doctor Rodes Cabau, cardiólogo intervencionista, quien viajó desde Canadá para seguir y colaborar en la implantación de estos dos primeros dispositivos.