El censo de conductores de avanzada edad crece de forma exponencial. Desde el año 2008, en Castilla y León se ha incrementado un 40 por ciento el número de licencias y carnés de conducir en vigor cuyos titulares superan los 74 años. Una circunstancia razonable debido al progresivo envejecimiento de la población, por un lado, y a que ahora empieza a alcanzar esas edades la generación en la que generalizó el permiso de circulación.

 

Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), en Castilla y León en la actualidad existen 103.931 licencias y permisos en vigor cuyos titulares tienen más de 74 años, mientras que en el año 2008 esta cifra era de 73.548. Y han pasado de representar el 4,6 al 6,3 por ciento del censo total de Castilla y León en tan solo siete años. 

 

Hay que aclarar que una misma persona puede tener titular de varios carnés al mismo tiempo, aunque es el parámetro que se utiliza para la elaboración del censo oficial. En la actualidad, poseedores del permiso para conducir automóviles (B), hay 65.964 personas, según datos de la DGT facilitados a Ical. Hasta alcanzar los 103.931 puede ser que tengan en su poder carnés de otras categorías (camión, motocicleta, remolques) u otro tipo de licencias. 

 

León es la provincia con el censo de carnés y licencias en vigor de personas de edad avanzada más elevado de la Comunidad, con 23.868; seguida de Salamanca y Valladolid con 15.546 y 14.551 respectivamente. Burgos, con 13.986 es la cuarta.

 

Siniestralidad. En la actualidad, los mayores de 64 años significan el 17 por ciento de la población nacional y el 13 por ciento de los conductores y Tráfico calcula que en el año 2050 casi una tercera parte de los automovilistas tendrá entre 70 y 75 años, por la pirámide poblacional actual. Son el 13 por ciento de los conductores del país pero suman el 18 por ciento de los fallecidos en accidente de tráfico. 

 

El último accidente grave en el que se vio implicado un conductor de avanzada edad tuvo lugar en Aguilar de Campoo hace dos semanas. Su vehículo circulaba en sentido contrario y colisionó con otro automóvil. Como consecuencia del golpe, hubo dos fallecidos, este conductor, de 80 años y una mujer, de 29, que viajaba en el otro coche. 

 

Accidentes como éste abren el debate sobre los controles que se realizan. Cabe recordar que hace dos años se varió la periodicidad de los exámenes psicotécnicos a mayores de 65 años, de dos a cinco años para cumplir una directiva europea. 

 

«España era el país más estricto en este sentido porque en otros, como en Francia o en Alemania el permiso de conducir se otorga de por vida, y en Reino Unido por ejemplo, por 50 años», recuerda el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, quien considera que hay que abordar este debate desde el punto de vista positivo. 

 

«El problema es decir a una persona que entra en una edad avanzada que ya no puede conducir cuando lo ha estado haciendo toda la vida», asegura Arnaldo, «no se trata solamente en prohibir o ser más estrictos. España es un país con la población envejecida y tenemos que adaptarnos a ello».

 

Un informe del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol constató que el 68 por ciento de los conductores mayores de 64 años sufre una patología crónica de riesgo para la conducción, sobre todo por el consumo de medicamentos y la presencia de enfermedades crónicas.