Del optimismo al miedo

Agencias
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El Gobierno heleno se muestra convencido de que se abre un nuevo camino para el país, mientras que muchos ciudadanos temen perder sus ahorros tras el 'no' del referéndum

El referéndum que se celebró en Grecia supone el fin de otro capítulo de la crisis económica helena, tras el que se abre un nuevo período que nadie sabe a dónde llevará. Pese a esa incertidumbre, el primer ministro del país, Alexis Tripas, fue recibido como una estrella del pop en el colegio electoral donde depositó sonriente y optimista su voto ante decenas de cámaras de televisión. 
La sorprendente convocatoria de la consulta supuso una aluvión de críticas desde otras naciones, pero Tsipras no se ve como un instigador, sino como un luchador por una nueva Europa. «Estoy seguro de que abriremos un nuevo camino para todos los pueblos», afirmó ante las urnas del local electoral del centro de Atenas. 
Pero muchos griegos no comparten el optimismo de su primer ministro. Temen que el no ( oxi, en heleno), que acabó siendo mayoritario, desemboque en una salida de Grecia de la zona euro y sume al país en el caos. «No me gustaría volver a los años 60 y 70», aseguró una jubilada a la entrada de un local electoral. «A mí tampoco, de ninguna manera. Quiero seguir perteneciendo a Europa», agregó una de sus acompañantes. «Quiero a mi nación fuera de la UE», apostilló, en cambio, otro pensionista en el barrio ateniense de Thissio. «¿Recortar por ellos mi pensión? ¡No!», añadió contundente. 
En el territorio mediterráneo, donde casi 10 millones de personas estaban llamadas a las urnas, la consulta dividió profundamente a la población, incluso en el seno de muchas familias. «¿No puedo convencerte en el último momento a que votes «sí»?», preguntaba un ateniense a su mujer en un colegio electoral. «Oxi», respondió ella, dejando claro que marcaría la casilla del no. 
Durante la jornada, se olvidó un poco que el resultado del referéndum parece que no cambiará la dramática crisis que vive el país. De hecho, todos los comentarios de la televisión helena estuvieron de acuerdo en ese punto. 
 
Situación financiera.
 
Los bancos griegos están cerrados desde hace una semana y los ciudadanos solo pueden sacar 60 euros al día de los cajeros automáticos, mientras que los pensionistas que no tienen tarjeta obtuvieron un total de 120 euros en ventanilla antes del cierre. Los griegos se preguntan preocupados cuándo volverán a abrir los entidades o si en los próximos días se acabará en dinero en los cajeros. Entre la población circula el temor a que puedan llegar a recortarse los depósitos bancarios para evitar el colapso de las firmas financieras. 
Sin embargo, el Gobierno intenta alejar esos temores e, incluso, el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, aseguró que los bancos volverán a abrir mañana, aunque agregó que, para ello, será necesario alcanzar un acuerdo con los acreedores. Y nadie sabe cuándo se llegará a eso. 
En tanto, el control de capitales decretado por el Ejecutivo empezó a dejarse sentir en parte de la economía helena. Especialmente afectado se ha visto el turismo, el principal sector del país. Los productores de alimentos, por su parte, advierten que en los próximos días podrían escasear algunos víveres.