«La carne de caballo es de las mejores que se pueden comer»

Ó. F.
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En la calle Vega hay una tienda especializada en carne de potro. - Foto: J. Tajes

A diferencia de lo que pasa en otros países europeos, la carne de caballo no es excesivamente consumida en España. En Valladolid son muy pocas las tiendas especializadas en un producto que destaca por su alto contenido en hierro y por un precio más bajo que el de la ternera. Los profesionales que la venden reclaman a los medios de comunicación, para evitar malentendidos, que dejen bien claro que la ‘crisis del caballo’ es un problema de etiquetado que nada tiene que ver con la calidad del producto.


Álvaro Martín regenta un negocio familiar en la calle Vega (antes de 2002 en Mantería) que vende carne de potro desde los años 60. «Con todo lo que está pasando los clientes nos preguntan, pero no nos ha afectado hasta el punto de perder ventas», dice. Es más, asegura que hay gente, «sobre todo jóvenes», a los que les ha picado la curiosidad y se han acercado a comprar.


Un kilo de carne de caballo puede costar unos seis euros, y si es de potro (menos de dos años), algo más de nueve. De ella destaca su alto valor nutricional, el bajo contenido en grasa y su aporte de hierro. ¿Por qué se consume menos? «Es un tema de mentalidad, aquí somos más de ternera porque a ciertos clientes les da pena que se mate a un animal como el caballo», dice Martín, quien reconoce que su clientela es fiel y habitual.


Con él coincide Marcos San José, responsable El desván de San Juanín, un negocio de Santovenia que vende esta carne desde hace tres años. Ahora lo hace a través de internet, porque hace un año y medio cerró la tienda física. Y dice que mantiene los clientes, a pesar de la crisis. «Es de las mejores carnes que se pueden comer», llega a decir.


Los caballos destinados al consumo humano se crían específicamente para ello, y son habituales en países como Francia o Italia. El sabor de esta carne es «más dulce que el de la ternera» y se puede vender como solomillo, cecina, entrecot... e incluso como chorizo. «Su sabor me recuerda a la matanzas de antes, incluso más que los chorizos de cerdo», agrega San José.


La material prima que él utiliza procede de caballos que se matan en Palencia y la respuesta del consumidor suele ser muy positiva. «Cuando se la das a probar sin decirles que es caballo te suelen decir que es una carne muy rica», concluye este profesional.