Burgalés, de 50 años, afronta su etapa al frente del Consejo Regulador de Ribera de Duero con determinación, sabedor de que debe continuar apostando por mejorar la marca tanto dentro como fuera de las fronteras españolas. Compagina el cargo de presidente del Consejo con la Presidencia de la elaboradora ribereña Bodegas Pascual y de la Asociación de Bodegas de la Ribera del Duero (ASEBOR) y tiene claro que hay que apostar por un mercado como el estadounidense, donde Ribera «debe hacerse fuerte». Pascual repasa en esta entrevista concedida a El Día de Valladolid todos los aspectos relacionados con su elección e indica por dónde deben ir los designios de la Denominación de Origen en el futuro.

Por empezar por el pasado. ¿Qué balance hace de la gestión de su predecesor en el cargo José Trillo?

No quiero entrar en este terreno, soy de los que opino que una gestión le puede gustar a unos y a otros, no. Prefiero mirar hacia el futuro y nunca hacia el pasado. No soy la persona adecuada para juzgarlo.

Y de sus primeros días en el cargo.

Yo solo puedo decir que me estoy acoplando poco a poco, cada día que pasa me siento un poco mejor y voy encajando la situación con el paso de los días. En esa línea estamos y solo pienso en mejorar con el paso del tiempo.

De forma genérica, ¿en qué situación se encuentra Ribera del Duero?

En términos generales, la situación para Ribera de Duero es bastante buena y los resultados demuestran que en términos generales hasta el momento se han hecho las cosas bien. Lógicamente, falta mucho por hacer y hay que poner en marcha mucha cosas. Pero se está haciendo todo lo que se puede.

¿Cómo ha afectado al crisis a la Denominación de Origen?

En pocas palabras, podría decir que Ribera de Duero está soportando la crisis de una forma más cómoda que el resto de denominaciones, pero no debemos quedarnos con los brazos cruzados porque lo que no hemos sufrido hasta ahora puede ocurrir en el futuro. Es un efecto que va llegando poco a poco y tenemos que estar alerta y muy pendientes de lo que pueda ocurrir. Lo que está claro es que lo estamos sufriendo mejor por el momento.

Acaba de conocerse la calificación de la añada de 2013. ¿Qué balance se hace desde la DO Ribera del Duero?

La calificación ha sido Buena y el Consejo Regulador considera que está bien así porque consideramos que Ribera debe ir con el aval de la honestidad por delante. Pero también es cierto que la cosecha según los miembros del jurado se podría haber calificado como Muy Buena y no habríamos hecho nada fuera de lo normal. Pero dadas las circunstancias, consideramos que se debe ser honesto y es mejor que la gente se encuentre algo mejor de lo que espera en el momento de beber nuestro vinos.

En referencia a la venta de cotraetiquetas Ribera lleva varios años consecutivos batiendo sus propios récords. ¿Esto supone un espaldarazo para la DO?

Esto lo que demuestra es que Ribera de Duero está haciendo las cosas bien y el mercado se lo recompensa. Las bodegas están haciendo las cosas bien en una búsqueda constante de la calidad y en eso se basa la Denominación.

¿Qué papel juega el Consejo de la DO para haber llegado a la situación actual?

El Consejo solo hace una función de control, tanto en la producción como en las ventas. Y además de esto, lleva a cabo una promoción de la marca en todo el mundo que intenta optimizar de la mejor manera posible.

¿Dentro de ese papel del Consejo Regulador también se debe trabajar para atraer nuevos inversionistas?

La verdad es que no me atrevo a juzgar si eso es necesario o no.  Eso depende de cada uno y se debe tomar una decisión. Lo realmente importante es vender el mayor número de botellas y con una calidad como hasta el momento.

Existe un rumor permanente en Ribera sobre la existencia de bodegas en venta.

Siempre se ha dicho y ese rumor siempre ha estado presente. Todo se vende y todo se compra, el mercado nunca para, pero no me parece significativo.

¿Es la exportación la salida a un mercado interior que está un poco estancado?

Hay que exportar sí o sí, es cierto que el mercado nacional está saturado, pero también lo es que representa nuestro mejor mercado y no lo debemos abandonar

El conflicto comercial entre la UE y China se ha solventado. Es el mercado chino un mercado de futuro.

Con el mercado chino tenemos mucha cautela por el momento porque todavía tenemos que ver con qué vino va a crecer. Habrá que verlo poco a poco.

¿En qué medida puede afectar para bien al sector que el presidente de la Cámara de Comercio provenga de una bodega de la Denominación?

Por supuesto que la presencia de Carlos Villar en la Cámara afecta positivamente a la denominación. Es una persona que está muy involucrada tanto en la Cámara de Comercio como en la Denominación. Además, Villar es interesante en sí mismo.

Cuando tomó posición se habló de la figura de un gerente para la DO.

En este sentido,  estamos en gestiones y en no mucho tiempo este tema estará solventado.

Aranda va a acoger una nueva edición de Las Edades del Hombre. ¿Se puede aprovechar este tirón por parte de la DO?

La Denominación se va a involucrar en gran medida. Vamos a estar presentes y albergar el mayor número de visitas posible. Nos va a ayudar a que se nos conozca mucho más y que nuestra presencia para todos esos visitantes sea mejor vista. Lo que es seguro es que vamos a tener que aprovechar esa afluencia masiva que vamos a tener en la provincia de Burgos.