Los 13 kilómetros de la Ronda Exterior Este (VA-30) que se abrieron ayer al mediodía al tráfico, además de reducir notablemente el tiempo medio para circunvalar Valladolid, también propiciarán una merma de un 25% en el tráfico en el casco urbano, además de en la circunvalación interior (VA-20). Así lo adelantaba la ministra de Fomento, Ana Pastor, a la vez que pronosticaba que repercutirá en las comunicaciones con los polígonos, pero también en todo el transito rodado de la provincia. «Castilla y León y Valladolid son un gran área logística, por su situación estratégica, pero necesitan las mejores comunicaciones porque de ello depende parte del empleo que aquí hay», señalaba para poner la Ronda como ejemplo de una infraestructura «eficiente».
Los 22 kilómetros de la VA-30 no están regulados por semáforos, como si ocurre en la VA-20, aunque su velocidad está limitada a los 100 km/hora, a pesar de que un 90% de trayecto está diseñado para poder circular a 120 km/hora, según los técnicos. Las dos calzadas de la vía están separadas, una por cada sentido de circulación, con dos carriles de 3,5 metros cada una, arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de un metro y separadas por una mediana de 14 metros de anchura que contempla una posible reducción a siete metros si fuese necesaria la ampliación de un tercer carril por sentido.
El nuevo tramo tiene tres enlaces. El primero es el de Renedo de Esgueva, que conecta con la carretera VA-140; el segundo, es el de Cabezón de Pisuerga, que enlaza con la VA-113 y el tercero, es con la Autovía de Castilla (A-62). Además, las obras de la nueva vía también han incluido la reforma de los enlaces ya existentes con Cabezón de Pisuerga y de Cigales en la A-62, además la construcción de dos ramales en el enlace inicial en el polígono de San Cristóbal.
La autovía dispone de un total de once viaductos, cuatro pasos superiores y siete pasos inferiores. Una de las infraestructuras más llamativas que se han ejecutado es el viaducto metálico mixto de 250 metros sobre el río Pisuerga y el viaducto con tableros continuos en el enlace de la autovía A-62. El nuevo tramo de la Ronda Exterior Este también dispone de dos pérgolas sobre la Variante Este Ferroviaria, cuatro viaductos con tableros de vigas artesas y tres viaductos con tableros continuos de hormigón pretensado para salvar el río Esgueva y en los enlaces de Renedo y Cabezón.
Los trabajos para la construcción del último tramo de la VA-30 también ha implicado la reposición de varias carreteras y caminos agrícolas, además de vías de servicio en la autovía A-62 y un área de descanso.