El Life Medwetrivers crea criterios de gestión del agua

SPC
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Una jornada analiza en el Museo Patio Herreriano de Valladolid las conclusiones de esta iniciativa, que dio comienzo en el año 2012 con una inversión de 2,7 millones de euros

Presentación de los resultados del Proyecto Medwetrivers. - Foto: Ical

El programa Life Medwetrivers concluirá este mes, después de más de seis años de trabajo con el fin de contribuir a la conservación de zonas de alto valor natural relacionadas con el ámbito acuático, para elaborar instrumentos que permitan una gestión sostenible de estos espacios y un seguimiento de sus valores naturales. Así se expuso en la jornada celebrada hoy en el Museo Patio Herreriano de Valladolid para dar a conocer algunos de los resultados de este programa, como recoge Ical.

El director general de Medio Natural de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz, recordó algunos de los objetivos planteados por este proyecto Life en sus primeros pasos en el año 2012. El principal de ellos, que llegó a “rayar la obsesión” fue la disponibilidad de un marco de gestión “adecuado” para los espacios de la Red Natura después de un “largo proceso” iniciado en el año 1992. “Nos planteamos que este programa, que permitía que una parte de la Red Natura 2000, que encerraba mayores valores naturales, que era la ligada al ecosistema agua, pudiera tener unos criterios para su gestión”, declaró durante el acto de inauguración.

Para el desarrollo de ese modelo de gestión se precisó un mayor conocimiento sobre los ecosistemas, con información actualizada sobre cuáles eran sus valores naturales, sus riesgos y amenazas. Además, se pretendía sentar las bases para que el modelo sirviera “como ejemplo” para otras áreas de la Red Natura a las que se hacía necesario dotar de esos modelos de gestión. También se trabajó en la coordinación con otras entidades administrativas con competencias en esas zonas protegidas para así desarrollar no solo las directivas ligadas a la conservación, sino también la Directiva Marco del Agua.

Desde la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Ignacio Rodríguez explicó que el organismo de cuenca ha sido “un socio menor” en la idea original de este proyecto en el que, sin embargo, se ha participado “con mucha dedicación” al entender que se trataba de un proyecto Life “sistémico”. Desde la CHD se ha podido transmitir algunas ideas que contribuyan a mejorar “su forma de ver y comprender el fenómeno de los espacios naturales y los valores asociados a ellos”, declaró.

Según recoge la propia página web del proyecto entre los fines están garantizar el mantenimiento y recuperación de estados de conservación favorables para los hábitats y especies de interés comunitario ligadas al agua; así como mejorar la coherencia y conectividad ecológica de la Red Natura 2000.

Desde la Fundación Patrimonio Natural, Emilio Díez-Pinés, explicó que esta entidad ha sido “un socio instrumental” con acciones concretas, como el desarrollo de dos estudios dentro de las acciones preparatorias. El primero de ellos se centró en una selección de los humedales dentro del proyecto Life que no estaban incluidos en la red de seguimiento hidrológico para conocer cuáles había que integrar en esa red para la evaluación de su estado ecológico según la Directiva Marco del Agua y su estado de conservación según la Directiva Hábitat; y el estudio de presiones y amenazas de los hábitat.

Igualmente, la Fundación Patrimonio Natural se ha encargado de la divulgación social del proyecto, la producción de materiales divulgativos y la campaña educativa dirigida a escolares, a la que se pretende dar continuidad y que hasta ahora alcanza la participación de más de 12.500 escolares de más de 200 colegios en 26 espacios naturales. Para ellos fundamentalmente se ha elaborado una unidad didáctica titulada 'Un viaje enredado' que se basa en las migraciones de las aves de los espacios Red Natura del proyecto.

Para conseguir los objetivos perseguidos, se planteó el establecimiento de un programa participado de gestión para los LIC/ZEPA de tipo fluvial o humedal de la región biogeográfica mediterránea en Castilla y León, junto con un programa de seguimiento de especies y hábitats propios de estos ambientes. El proyecto ha contado con un presupuesto de 2,7 millones de euros y una co-financiación de la Unión Europea de 1,2 millones de euros, es decir, el 46,8 por ciento.