Con Barcelona, Real Madrid y Atlético sumidos en una irregularidad sorprendente, la Liga española se llena de emoción a la espera de encontrar un equipo que emita señales de mando y se proclame como gran favorito al título.
Los partidos disputados el pasado sábado expusieron las dificultades que están encontrando los tres ‘grandes’ para sumar de tres en tres. De esta manera, casi sin hacer ruido y después de un arranque de temporada en el que incluso se expresaron dudas sobre la continuidad de Pablo Machín, el Sevilla se ha colado en la zona noble de la tabla y tiene el objetivo de continuar allí.
Tras esta séptima jornada, el Barça lidera la clasificación con 14 puntos, los mismos que el Real Madrid. El Sevilla está con 13, mientras que el Atlético cuenta con 12. Unos números muy alejados de los de años anteriores, cuando los ‘grandes’ contaban sus partidos por victorias.
Barcelona
Dos puntos en tres jornadas es un balance inexplicable para un vigente campeón. Y es peor aún si se atiende a cuáles fueron los rivales: Girona, Leganés y Athletic. El juego mostrado por los azulgrana está siendo deficiente y su defensa, con Gerard Piqué a la cabeza, es un desastre. Si la pasada temporada los de Ernesto Valverde ofrecieron ante todo fiabilidad antes que juego, ahora tampoco llegan los resultados. El ‘Txingurri’ debe encontrar soluciones inmediatas porque ahora afronta un calendario de verdad exigente: Tottenham, Valencia, Sevilla, Inter de Milán y Real Madrid. Un mes de octubre tremendo en el que debe exponer si todo lo visto es coyuntural o si hay enfermo.
Real Madrid
El cuadro merengue completó una semana deficiente que comenzó con la derrota 3-0 ante el Sevilla y continuó el pasado sábado con su empate en casa frente al Atlético. Ante el equipo colchonero, el cuadro blanco ofreció dos caras diferentes: sin soluciones en la primera parte y mucho más dinámico en la segunda, cuando Bale se marchó y entró un centrocampista como Dani Ceballos. Sin embargo, el mal principal del equipo de Julen Lopetegui es obvio con una estadística inapelable: un gol en los últimos tres duelos. El entrenador vasco tiene ante sí dos retos: encontrar caminos para el gol y mejorar la competitividad y regularidad de un bloque que no supo ganar cada partido exigente que tuvo esta temporada, salvo el 3-0 ante la Roma. Cayó 4-2 ante el Atlético en la Supercopa de Europa, tampoco pudo con los colchoneros en la Liga, sufrió una goleada en Sevilla y no pasó del empate en su visita al Athletic.
Atlético
Llegó a estar a siete puntos de la cabeza, pero fue de menos a más después de abrir la temporada con un calendario difícil. Sin embargo, la duda es permanente: ¿es una verdadera alternativa a Real Madrid y Barcelona o no podrá aguantar la presión? Con su defensa cada vez más ajustada, el conjunto rojiblanco sigue esperando a Antoine Griezmann. Dos goles en ocho partidos es un pobre balance para un delantero que pretende comer en la misma mesa que Messi y Cristiano Ronaldo.