El depósito del coche sigue sin dar tregua y el precio de la gasolina en Valladolid protagonizó en junio la mayor subida en lo que va de año. De 1,448 euros por cada litro pasó a 1,466, según los datos del Ministerio de Industria. Por su parte, el gasóleo también se encareció, pero menos. De 1,359 euros por cada litro pasó a 1,369.
Estas cifras confirman a Valladolid como una de las ciudades más caras de España para llenar el depósito. De hecho, es la tercera en el precio de la gasolina de 95 octanos, solo por detrás de Baleares y Palencia, y la séptima en el gasóleo, por detrás de Baleares, las cuatro provincias gallegas y Palencia.
Pero más allá de las oscilaciones del mercado, el repunte del mes de junio tiene una explicación. Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), «la intensificación del conflicto en Iraq», uno de los mayores productores de petróleo del mundo, generó una tendencia alcista desde el día 10 del pasado mes. De hecho, la subida del 1,2 por ciento registrada en Valladolid es la misma que se ha producido en el resto del país.
Esta evolución ha hecho que la provincia tenga el precio más alto de la gasolina desde septiembre del año pasado, cuando el litro se pagaba a 1,467 euros, pese a que dos meses después bajó a 1,416 euros. Es decir, llenar un depósito de 50 litros costaba en noviembre del año pasado 70,8 euros y hacer lo ahora es dos euros y medio más caro. Lejos quedan los precios de antes de la crisis económica. Por ejemplo, en julio de 2007 el litro de gasolina costaba menos de un euro y llenar el depósito unos 20 euros menos que ahora.
Bien es cierto que la mayor parte de ese dinero no se paga por el combustible en sí, sino por los impuestos que se le aplican a este producto. Según los datos del propio Ministerio, si se eliminaran todos los impuestos el precio del litro de gasolina no llegaría a 74 céntimos de euro, la mitad del coste actual. Es más, si no se pagaran impuestos, Valladolid pasaría de ser la tercera provincia más cara del país a la octava, debido al distintos tratamiento fiscal en función de la Comunidad.