El administrador concursal del BM Valladolid demanda a Juan Carlos Pastor

Manuel Belver
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Alberto Iglesias Luis denunció al entrenador vallisoletano, ahora en el Pick Szeged húngaro, al creer que hizo actos perjudiciales contra la sociedad por valor de 200.000 euros · También al club, pero a este no le pide dinero

El Club Balonmano Valladolid sigue existiendo pese a que no tiene ninguna actividad desde mediados de 2014. Y dará mucho de qué hablar el próximo año. Todo después de que este periódico haya sabido que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valladolid aceptó hace unos meses la demanda presentada por el administrador concursal del club, Alberto Iglesias Luis, contra el propio BM Valladolid, contra Juan Carlos Pastor y contra la mercantil Juan Carlos Pastor Gómez S.L.


Una demanda, por entender que se han hecho actos perjudiciales contra la sociedad, sobre el técnico vallisoletano que supera los 200.000 euros en dos apartados. Por un lado se le reclama la cláusula de rescisión que tenía el entrenador vallisoletano, unos 150.000 euros, cuando salió del BM Valladolid rumbo a su actual equipo, el Pick Szeged húngaro; y por otro, el cobro de dos pagarés endosados tras su marcha. El club, sobre el que la demanda no es económica, se ha allanado, es decir, reconoce las pretensiones del administrador concursal.


El Juzgado ya ha fijado incluso fecha para el juicio, que será el 8 de marzo de 2016, en el que han sido citados como testigos por parte del abogado del administrador concursal, entre otros, a los dos últimos presidentes del Balonmano Valladolid, Dionisio Miguel Recio y Óscar Simón; o al abogado Juan Barco. El propio Pastor también acudirá, aunque en calidad de testigo de su propio abogado. Además de otros muchos actores conocidos del mundo de este deporte y del club casi extinto, como patrocinadores o socios, como el número 1, José Carlos Muñoz.


Hay que recordar que el Balonmano Valladolid entró en concurso de acreedores tras auto del Juzgado de lo Mercantil el 20 de marzo de 2014 y que cuatro días después Alberto Iglesias Luis fue nombrado administrador concursal. Poco después, tras presentar el primer informe concursal, se abrió la fase de liquidación. En diciembre del pasado año, Iglesias Luis presentó un escrito en el que se calificó el concurso como fortuito y desde entonces se emiten informes cada tres meses.


Hasta aquí la parte técnica. Desde entonces se han producido algunos movimientos en un club que no existe a todos los efectos deportivos y que administrativamente hablando parecía que tampoco. En mayo, el Fogasa hizo efectivo el pago de algo más de 66.000 euros a diferentes trabajadores (exjugadores como Eilert, Corzo, Cacheda… y un largo etcétera recibieron parte; empleados como Eduardo Toquero –uno de los que más con algo más de 12.000 euros-, también; en la relación no figura el nombre de Juan Carlos Pastor).


Ese mismo mes, el Juzgado de lo Mercantil aceptó la demanda al inicio reflejada contra el BM Valladolid, Juan Carlos Pastor y la mercantil Juan Carlos Pastor Gómez S.L., hecho confirmado en uno de los últimos informes concursales y por parte del propio juzgado a través del departamento de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Demanda que presentó el administrador concursal que, a su vez, contrató a un abogado para ello, Jesús Gómez Escolar.


Aunque ninguna de las partes ha querido hablar del tema (el administrador concursal señaló hace unos días que existían aún una serie de incidentes concursales en manos del juez y que mientras tanto no haría declaraciones; mientras que el abogado de Juan Carlos Pastor ha recomendado a este no hablar al estar pendiente la vista judicial, aunque aseguró que está tranquilo porque entiende que actuó de forma correcta y que ha respondido a la demanda en todo lo planteado), este periódico ha sabido que ambos se reunieron en 2014, que el administrador concursal le pidió un dinero y que si no se lo daban iría a juicio; que el club tiene pendiente de pago más de 150.000 euros (de créditos contra la masa) y que en la entidad bancaria dispone de algo más de 20.000; que al técnico pucelano ni la Junta Gestora ni la directiva de Óscar Simón le exigieron el pago de una cláusula que existió en su momento pero que también estaba pactada su salida en cuanto Dionisio Miguel Recio abandonase el club; club que, por otro lado, no podía hacer frente al salario de propio Pastor; y que el entrenador perdonó más de 60.000 euros (se le llegó a deber 140.000 de hasta tres temporada diferentes) para que el BM Valladolid pudiese equilibrar sus cuentas y así cobrar la subvención de 2013.


El próximo 8 de marzo, el balonmano en Valladolid vivirá un nuevo capítulo negro, con un juicio entre un club, o al menos su administrador concursal, contra el técnico que le puso en el escaparate europeo y mundial. Una cuestión difícil de entender para el aficionado que día a día iba a Huerta del Rey y que hoy se intenta recuperar con otras caras, otros nombres y otros clubes.