Hace poco más de seis años que la empresa Deimos Imaging, dirigida por entonces por el astronauta Pedro Duque y ubicada en el Centro Tecnológico de Boecillo, lanzó al espacio el que era el primer satélite privado de observación de la tierra en Europa. Más de 500 personas presenciaron desde la sede vallisoletana la puesta en órbita del Deimos 1, que se lanzó en Bankonur (Kazajstán). Este satélite sirve, por ejemplo, para el control de la agricultura, para la prevención de incendios forestales e incluso para aportar imágenes que puedan ayudar en los casos de desastres naturales.
Pues bien, hace apenas unos días que Elecnor, la empresa matriz de Deimos, acordó la venta del Deimos 1 y el Deimos 2 (otro satélite más avanzado integrado en el Centro de Integración de Satélites de Puertollano y puesto en órbita el año pasado) por 74,2 millones de euros a la empresa canadiense UrtheCast. El acuerdo definitivo se cerrará el próximo 21 de agosto.
Con esta operación, Elecnor se convierte en socio estratégico de UrtheCast dentro del programa ‘Constellation’, cuyo objetivo es «desarrollar la primera constelación completamente integrada de satélites de observación de la tierra ópticos y de radar», informó Elecnor en una nota de prensa. Se trata de un movimiento estratégico dentro de los planes de crecimiento de Elecnor de cara a introducirse en nuevos mercados.
Pero, ¿en qué afectan estos cambios a la planta de Boecillo? Fuentes de Elecnor consultadas por este periódico confirmaron que se mantendrá Deimos Imaging como nombre comercial, aunque se está estudiando un cambio en el logo. « Las implicaciones para la planta de Valladolid son a nivel societario y una expansión a nivel comercial y apertura a otros sectores», añadieron las mismas fuentes. Es decir, que se contempla la incorporación de nuevos perfiles profesionales y una ampliación de plantilla, aunque no se sabrá en qué medida hasta que se cierre definitivamente el acuerdo. Actualmente trabajan allí unas 30 personas.
El propio Pedro Duque expresó su satisfacción por este acuerdo en la red social Twitter: «La empresa que dirigí durante sus cinco primeros años vale ahora 74 millones, trabajo bien hecho por parte de todos, orgulloso de mis antiguos compañeros».