Las IV Jornadas del Lechazo de la Ribera del Duero vallisoletana ha llegado a su ecuador ecuador consolidándose como una de las citas gastronómicas “más importantes” del año. Fuentes de la organización resaltaron que así lo han constatado todas las personas que hasta el momento han pasado por la comarca de Peñafiel (Valladolid) para degustar los menús de siete restaurantes y las tapas de los seis bares que participan en esta iniciativa, que se prolongará hasta el fin de semana del 1 de marzo.

El Centro de Iniciativas Turísticas de la Ribera del Duero y la Antena Local de la Cámara de Comercio de Valladolid en Peñafiel, en colaboración con varios ayuntamientos de la Comarca, la Diputación, la Sociedad Provincial de Desarrollo (Sodeva), la Mancomunidad Campo de Peñafiel y la Agrupación Empresarial de Peñafiel y su Comarca (Aempe) han sido los responsables de organizar estas jornadas, en las que participan locales de los municipios de Peñafiel, Curiel de Duero y Pesquera de Duero.

Para ello han dado continuidad al  modelo de colaboración público-privado que tan buenos resultados está dando en los diferentes proyectos de promoción económica y turística que se están llevando a cabo en la comarca. Estas jornadas están subvencionadas por la Federación de Centros de Iniciativas Turísticas de Castilla y León (Fecitcal) y la Junta de Castilla y León.

El Centro de Iniciativas de la Ribera del Duero de Valladolid y la Antena Local de la Cámara de Comercio e Industria de Valladolid en Peñafiel decidieron apostar de nuevo por esta iniciativa, al constituir un “importante escaparate” para la promoción del lechazo, junto a los vinos de la Denominación de Origen de la Ribera del Duero, “la verdadera joya gastronómica de la comarca”.

Por este motivo, durante todos los fines de semana y desde el pasado 31 de enero, los visitantes han podido saborear productos autóctonos de la comarca, con el lechazo como principal protagonista, acompañado por vinos de la Denominación de Origen de Ribera del Duero.

Una de las principales señas de identidad de esta zona es su rica gastronomía, sustentada principalmente por sus vinos y el lechazo, plato ancestral que protagoniza el recetario de la comarca. Desde la antigüedad, este plato ha destacado por la impronta ganadera de la zona, ocupando  los primeros puestos de las cartas de los restaurantes de la Ribera. Hoy es un atractivo turístico y prueba de ello es que cientos de personas acuden, casi a diario, a degustarlo.

En los menús preparados para estas jornadas se fusionan la cocina tradicional y la de vanguardia. Desde el cuarto de lechazo asado en horno de leña hasta otras propuestas, como la pierna de lechazo rellena de micuit con pasas y nueces; el rulo de lechazo con ensalada de frutas o las chuletillas a la brasa con trigueros y alioli de tomillo.  Un completo menú compuesto de entrantes, plato principal, postre, vino de la DO Ribera del Duero, pan, agua y café a 32 euros por persona. Además, en seis bares se ofrecen diferentes propuestas en forma de tapas, también con el lechazo como ingrediente principal, acompañadas por un vino de la DO Ribera del Duero, por un precio de 2,50 euros.  

Los establecimientos participantes también proponen alternativas suculentas para sus barras, como la flauta de lechazo; la mini hamburguesa de lechazo con mostaza en grano, lechuga y tomate; el pimiento de piquillo relleno de lechazo gratinado de queso y costrón de pan de semillas o el ‘chorichazo’, un chorizo de carne de lechazo y cerdo en adobo envuelto en una masa fina crujiente con reducción de vinagre de frambuesa.