El melanoma, un tumor cada vez con más opciones de cura

AGENCIAS
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La aparición de nuevos fármacos hace de este tipo de cáncer, uno de los más frecuentes y que afecta a gente más joven, un mal cuyas posibilidades de tratamiento crecen cada año

 
La aparición hace cinco años de nuevas terapias para el tratamiento del melanoma supuso un punto de inflexión que «cambió radicalmente el paradigma» de un tumor que, aunque cada vez es más frecuente y afecta a gente más joven, puede vislumbrar con optimismo su tratamiento en el futuro. Así lo aseguró ayer, con motivo del Día Mundial de la enfermedad, Eva Muñoz, oncóloga médico del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, que calificó de «muy sustancial» el cambio registrado gracias a la inmunoterapia y a las terapias dirigidas, que será aun «más significativo» con las nuevas investigaciones.
Este mal, que puede afectar a cualquier persona -aunque rasgos físicos como piel blanca y ojos claros son un factor de riesgo, al igual que tener más de cien pecas o lunares-, se diagnostica en España a 5.000 personas cada año, con una incidencia que aumenta un siete por ciento en ese período. No obstante, aunque es el octavo tumor más frecuente en el país en cuanto a detección, se sitúa entre los dos últimos en mortalidad, ya que la mayoría de los casos no se encuentran en fase avanzada cuando son descubiertos.
«Los que nos dedicamos a esto vemos el futuro con mucha esperanza e ilusión, ya que hace cinco años se diagnosticaba a un paciente de melanoma metastásico y el pronóstico era infausto, de meses, hicieras lo que hicieras» y ahora la supervivencia, a un lustro vista, es de la mitad.
 
GRAN ESPERANZA. Un caso que ilustra el optimismo con el que los expertos afrontan el futuro del tumor es Alberto Marco, presidente de Melanoma España y que ha convivido con el mal durante los últimos 10 años. Con 29 le detectaron el primer cáncer y hace cinco el segundo, del que tuvo dos recaídas el pasado verano. Cantante lírico de 40 años, fue uno de los beneficiarios de la inmunoterapia y, ahora, gracias a ella, está libre de la enfermedad.
Esta técnica, que estimula las defensas del organismo para combatir el tumor y que empezó su desarrollo en el tratamiento del melanoma, se aplica en pacientes metastásicos, aunque las últimas investigaciones se encaminan a intentar administrarla de manera preventiva tras la cirugía.
Otro de los avances que cambió el curso de este mal fueron las terapias dirigidas de las que se beneficia un grupo de pacientes que cuentan con una mutación del gen BRAF. En estos supuestos, el melanoma tiene un pico de incidencia en la franja de edad de 20 a 40 años. Aunque no hay una explicación científica clara, la doctora Muñoz, del Grupo Español Multidisciplinar de Melanoma (GEM), apuntó a que puede estar muy relacionado con las quemaduras solares en la infancia.
«La piel tiene memoria y durante la juventud hay mucha replicación celular y mayor exposición solar por hábitos de vida, factores que pueden favorecer que haya más incidencia en este colectivo», explicó la oncóloga.
Marco defendió también esta tesis y habló de la generación de los 70, «el boom de la playa», que, junto con el agujero en la capa de ozono, explican el aumento de casos en esta franja de edad. Al respecto, la doctora incidió en que los protectores solares deben usarse todos los días con un factor de 50.