Sin agua durante, al menos, diez horas de manera prácticamente ininterrumpida. Un reventón en una tubería de agua potable dejó ayer sin servicio a toda la zona sur de la capital vallisoletana: desde el Camino Viejo de Simancas y Parque Alameda hasta Puente Duero, pasando por Covaresa, Pinar de Antequera e incluso La Rubia (desde las 20.30 horas). Hasta las 4.30 de la madrugada y desde el mediodía, según Agualid, entre 10.000 y 35.000 personas estuvieron sin suministro de agua en sus casas, estando también afectados los centros de salud y centros de personas mayores de la zona sur, junto con varios establecimientos hosteleros, como hoteles y otros negocios que registraron ayer una jornada especialmente complicada.

La incidencia exactamente comenzó en la avenida de Zamora esquina con la Cañada Real al mediodía, cuando una de las tuberías generales del denominado Anillo Mil, empezó a soltar agua con mucha virulencia. Se trata de una tubería de 600 milímetros de diámetro de agua potable, de agua de saneamiento, que por causas desconocidas al cierre de esta edición se rompió provocando en un primer momento un pequeño géiser aunque suficiente para crear un enorme charco en la acera en la calzada de la Ronda Interior Sur.

Aguas de Valladolid detectó la avería a través de sus sistemas, por lo que procedieron rápidamente a cerrar las válvulas correspondientes para que no saliese más agua o, lo que es lo mismo, se cortó el suministro desde ese punto hasta los barrios más lejanos de Pinar de Antequera y Puente Duero porque se trataba del ramal que conduce el agua hasta aquel punto.

Pero la acumulación de agua en la zona durante todas las horas transcurridas del corte, pese a estar cerradas las válvulas próximas, motivó una preocupante filtración en el subsuelo del entorno, como reconocieron técnicos de Aguas de Valladolid, con lo que se procedió a clausurar el carril izquierdo de la avenida de Zamora en dirección Madrid, entre la glorieta del Camino Viejo de Simancas y la del Diapasón. Es más, fuentes policiales advirtieron en este sentido que la prolongación en el tiempo del terreno húmedo pudiera tener riesgo de desprendimiento, por lo que incluso se barajó la posibilidad de cortar los dos carriles. Así las cosas, Aguas de Valladolid y Ayuntamiento pidieron paciencia a los afectados.