Gestión cultural, promoción y difusión artística made in Spain. España, y más concretamente ARCO Madrid y sus organizadores, Ifema, se han puesto esta semana una medalla por la internacionalización, por primera vez, de la Fería de Arte Contemporáneo allende fronteras, en Lisboa. La muestra, que es reflejo de la española pero a pequeña escala -en Madrid se superan los 200 galeristas, mientras que en la capital lusa apenas alcanzan la cincuentana-, pretende ser la imagen de la creación que se realiza en estos momentos en España, Portugal y en algunos países latinoamericanos, sobre todo Brasil, con el objeto de exhibir una feria boutique muy vinculada a la ciudad atlántica y a su entorno.
Este año por fin, con mucha ilusión y tras un quinquenio de espera a causa de la crisis, los organizadores de ARCO eligieron el histórico edificio de la Cordoaria Nacional, un espacio de 500 metros de largo, para mostrar al mundo lo que mejor saben hacer: exhibir e impulsar el arte que se hace ahora. La cita, que arrancó el pasado miércoles y que culmina hoy, acoge 45 galerías de ocho países en busca de promoción y difusión de la creación moderna.
No en vano, el propio director del certamen, el español Carlos Urroz, destacó hace unos días que ahora es «el momento adecuado» para la celebración de esta primera edición en la capital lusa -coincidiendo con los 35 años que cumple la feria de Madrid-, y avanzó que si el formato «funciona», la previsión es que se realicen más e, incluso, «en otros lugares».
Urroz también tuvo palabras de elogio para la ciudad del Tajo, urbe que «vive un momento muy interesente», no solo desde el punto de vista artístico sino también cultural y musical.
Creador destacado. La primera edición de la Fería de Arte Contemporáneo en Lisboa es un escenario donde se analiza y se da visibilidad a la riqueza y diversidad de la escena artística portuguesa en el contexto internacional, pero sin olvidarse de las galerías españolas o de otros países como Brasil, Colombia, Francia, Estados Unidos, Italia y Suiza.
Destacan, así, entre otras, las galerías lusas 3+1, Baginski, Carlos Carvalho, Cristina Guerra, Pedro Oliveira o Quadrado Azul. Entre las españolas están Espacio Mínimo, F2 Galería, Leandro Navarro o Luis Adelantado. A las que se añaden las brasileñas Luis Strina, Baró o la colombiana Nueveochenta.
Coleccionistas y profesionales, además del público en general, centran su atención en ARCOLisboa en torno al recorrido que se inicia en el siglo XX y que llega hasta el más inmediato presente a través del concepto de Artista destacado, que permite admirar obras de creadores como el uruguayo Joaquín Torres García, Mario Merz, Dan Graham, Juliao Sarmento, María Loboda, Joao María Gusmao, Pedro Paiva o Daniel Steegmann Mangrané.
Conjuntamente, el espacio expositivo promueve diálogos profesionales en el Foro de Coleccionismo y Foro de Instituciones, en donde se cuenta con coleccionistas extranjeros y Administraciones lusas, además de comisarios y críticos del mundo, para poner en común el futuro del arte.
Asimismo, se celebran mesas redondas en torno a las propuestas de los muy activos espacios creativos portugueses, al tiempo que se muestran nuevas publicaciones y proyectos culturales.
La hermana pequeña de ARCOMadrid no se detiene aquí, y la fería se completa con visitas especializadas a los mejores museos de la capital, así como las colecciones privadas de António Cachola (en Elvas), José Berrado (en Belem) o los hermanos Manuel y Miguel Leal Ríos (Lisboa).
Lisboa y ARCO forman una excelente pareja artística en donde se conjuga, por primera vez, pasión, creatividad y ese poso de novedad que hace que la feria se convierta en una exhibición rompedora, al tiempo que presta experiencia, promoción y saber estar a orillas del Tajo.