Fabra, Rudi y Bauzá abandonan

AGENCIAS
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Los presidentes autonómicos de la Comunidad Valenciana, Aragón y Baleares dejarán el liderazgo de sus partidos tras el 'fracaso' en forma de mayoría simple del pasado domingo

Los malos resultados del Partido Popular del pasado domingo se cobraron ayer sus tres primeras víctimas. El primero en abrir el fuego fue el presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, que comunicó, tras verse con su equipo, que no estará al frente de la oposición en el próximo Parlament, y que cederá el liderazgo de la formación regional a principios del año próximo, en un congreso. En la misma línea se expresó, horas después, el balear José Ramón Bauzá, si bien adelantó el relevo para después del verano. La todavía máxima dirigente de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, fue un poco más allá al dar a conocer que abandonará la Cámara regional.  

Así, tan solo 48 horas después de que el presidente Rajoy comentara que no pensaba variar lo más mínimo el rumbo que maneja desde La Moncloa, vio cómo una histórica de la talla de la sevillana, presidenta electa de Aragón y sin ninguna posibilidad de mantenerse en el cargo por la más que previsible alianza de izquierdas, anunció que no continuará como líder de la oposición en las próximas Cortes autonómicas, que dejará en cuanto se constituyan, aproximadamente dentro de un mes.

Sí seguirá la que fuera número uno del Congreso de los Diputados entre 2000 y 2004 al frente del partido en su región hasta el próximo congreso regional, que se celebrará a principios de 2016.

Todo indica que esta política, una de las personas de máxima confianza del exjefe del Ejecutivo central José María Aznar, que la apoyó durante la campaña electoral, ocupe un escaño en el Senado, donde se retiran antiguas figuras muy relevantes de diversos Gobiernos autonómicos, como es el caso, por ejemplo, del expresidente andaluz José Antonio Griñán. 

Quizá menos sorprendente fue la noticia de que el todavía president valenciano, Alberto Fabra, abandonará la Presidencia del partido en el próximo congreso que se celebrará a principios del próximo año.

Horas antes de tomar la decisión, se reunió con los tres presidentes provinciales y la coordinadora general del partido en la comunidad, Isabel Bonig -suena con fuerza desde hace muchos meses para sustituirle-, a quienes comunicó su decisión.

Los pésimos resultados en las urnas el pasado domingo, unidos a los escándalos de corrupción que aún siguen castigando a la formación levantina -ayer, sin ir más lejos el exgerente de la empresa pública Imelsa Marcos Benavent amenazó con tirar de la manta y llenar de «mierda» a muchos-, han sido decisivos para que el castellonense haya optado por tirar la toalla. Ahora, todos los focos apuntan hacia la alcaldesa en funciones de Valencia, Rita Barberá, a la que persigue la sombra de la corrupción desde hace años. De momento, no se ha mencionado la palabra dimisión en ningún momento, si bien todo apunta a que no querrá sentarse en los asientos de la oposición.

El objetivo de Alberto Fabra es hacer una «transición tranquila» en el PPCV y actuar como «juez imparcial» ante el congreso que celebren los populares. De todos modos, los casos de corrupción harán inevitable una catarsis para empezar de cero.

divididos. Por último, el actual presidente en funciones del Govern y líder del PP balear, José Ramón Bauzá, anunció que abandonará el timón del Partido Popular de la comunidad después del verano, en el que se celebrará un congreso extraordinario. Así, dejará el puesto vacante como líder de la oposición en un Parlamento regional. Entre sus debes se encuentra que el bloque regional está roto, con muchos detractores entre sus subalternos, por lo que se avecina una reestructuración profunda en la nave conservadora. 

Poco antes de anunciar su renuncia, se había visto las caras con los grandes pesos pesados de la Junta Directiva Regional del PP balear. La reunión fue muy tensa y casi todos pidieron su cabeza, culpándole del fracaso de los conservadores tanto a nivel autonómico como municipal. La gestión del farmacéutico, que, en 2011, siendo un desconocido, cosechó un triunfo espectacular, fue muy criticada, pues tuvo que aguantar continuas manifestaciones en la calle, cuyos integrantes superaban las 100.000 personas;más o menos lo que se ha dejado su partido en las urnas. De poco le sirvió a Bauzá entonar el mea culpa en la noche electoral. «Algo hemos hecho mal».