Esta barcelonesa de 34 años, abogada de profesión, saltó a la política nacional en 2015 cuando Rajoy, entonces presidente del PP, decidió nombrarla vicesecretaria de Estudios y Programas. Savia nueva para el partido en una hornada en la que también entró Pablo Casado al Comité de Dirección. Tres turbulentos años después, esa generación manda en la formación y tiene como objetivo volver al poder lo antes posible, lo que pasa también por recuperar el pulso en Cataluña, donde los populares han pasado a tener un papel secundario. Un año después del 1-O, hablamos con ella para analizar la situación política en esa región y en España. 

Desde el 1-O, el 155, las elecciones y la tortuosa formación de un Gobierno, ¿cómo están las cosas, mejor o peor que hace un año?

Estamos mejor desde el punto de vista en el que el Estado de Derecho ha mostrado su fortaleza a la hora de dar una respuesta democrática ante el ataque a nuestro marco de convivencia constitucional por parte de los independentistas. Ahora saben que, en el caso de que quisieran volver a las andadas, se aplicaría el 155 o habría las mismas consecuencias. Y eso hace que en estos momentos estén muy desnortados. Pero, si analizamos si se ha reducido la tensión en la calle, a mí me sigue preocupando la situación, porque creo que aún no se ha rebajado.

Hay quien sostiene que estamos mejor porque los secesionistas se han olvidado de la independencia y ahora su objetivo es la libertad de los políticos presos. ¿Lo cree así?

El nacionalismo es tóxico y perjudicial para las democracias, y yo creo que se ha visto claramente en el caso de Cataluña, en cómo ha envenenado la convivencia de esa sociedad. Otra cosa es que los independentistas se hayan dado cuenta de que su proyecto no tenía espacio, ya no solo en España, sino en el marco de la Unión Europea. Ellos vendieron casi que esta era una iniciativa exprés y esto no ha sido así. En primer lugar porque no había una mayoría social, y en segundo porque no hubo un reconocimiento internacional. Pero hay un tercer aspecto: el Estado de Derecho ha prevalecido en España.

El PP acusa a Sánchez de mantener un pacto oculto con los soberanistas ¿Cuál cree que es la ‘hoja de ruta’ de ese acuerdo?

A mí lo que me preocupa es que en estos últimos meses de Gobierno socialista lo que hemos visto es que han preferido que su interlocutor sean los políticos independentistas que cometieron ilegalidades. Hemos visto cómo algunos miembros del Ejecutivo ya hablan de indultos, de que no tendrían que estar en la cárcel. Sánchez ha hecho una dejación de funciones a la hora de acudir a Cataluña a hablarle al conjunto de la sociedad. Por tanto, sí que es cierto que tenemos un cierto temor a que la investidura de Sánchez se apoye en una voluntad de blanqueamiento a los independentistas y a que se les permita continuar dando unos pasos que serían perjudiciales.