Uno de cada tres electores decidió su voto el 20-D durante la campaña

AGENCIAS
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Los 15 días previos a la cita con las urnas y la propia jornada de los últimos comicios fueron claves para casi el 37 por ciento de los españoles que todavía no tenían elegida su papeleta

agencias / madrid

A las puertas de una campaña electoral que comienza el próximo 10 de junio, surge la duda de si los mitines, la propaganda, los paseos entre la multitud, las fotos con niños y los debates televisivos sirven realmente para algo, sobre todo, en un país especialmente polarizado en sus convicciones políticas. Y, aunque resulte sorprendente, parece que sí, según revela el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas -realizado entre el 7 de enero y el 19 de marzo- y cuya publicación coincidió con la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones el 26 de junio.

 Así, el sondeo señala que un 36 por ciento de los españoles decidió su voto el pasado 20 de diciembre durante la campaña electoral. Más concretamente, un nueve por ciento se convenció de a quien respaldaría en las urnas al inicio de la campaña, un 17,6 tomó la decisión en la semana previa a la cita con las urnas y el 9,3 dilucidó su respaldo el mismo día de los comicios.

Por partidos, los electores que tenían claro su voto desde hacía tiempo eran mayoritariamente los del PP (75,9 por ciento), Democracia y Libertad (74,9) y ERC (71,8), mientras que la campaña influyó fundamentalmente entre los de Ciudadanos (un 16 decidió su apoyo cuando empezó, un 25,1 en la última semana y un 11,8 el día de la votación). También hicieron mella los 15 días de mítines entre los afines a Podemos, ya que un 45 por ciento de quienes le votaron decidieron hacerlo en las dos semanas previas al 20-D.

sin cambios. La encuesta del CIS se realizó mientras los partidos negociaban la posible formación de Gobierno y se alargó hasta después de la frustrada investidura del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Una situación de inestabilidad que, sin embargo, no cambiaría el color de la papeleta de los ciudadanos. De esta manera, casi el 80 por ciento de los electores habría votado lo mismo de haber conocido los resultados de las elecciones del pasado 20 de diciembre. Con ese condicionante, un ocho por ciento habría optado por la abstención o el voto en blanco, mientras que solo un 5,3 habría decidido modificar su respaldo en las urnas.

En este apartado, llama la atención la fidelidad de los votantes a determinados partidos. De las cuatro principales formaciones es el PP el que parece ganar en número de fieles (solo un 1,4 por ciento de sus votantes hubiera cambiado el voto frente al 6,5 del PSOE y el 5,6 de Podemos). De hecho, del casi 80 por ciento que se reafirma en el sentido de su voto en diciembre, el 95,2 está dispuesto a apoyar de nuevo al los populares, el 87,6 hará lo mismo con los socialistas, el 90,5 volverá a confiar en el partido morado, y únicamente el 79,1 votará otra vez a Ciudadanos. Precisamente, aquellos que el 14,3 por ciento de los que apoyaron a la formación de Albert Rivera admite, por ejemplo, que, de conocer lo sucedido, se habría decantado por otra opción, al igual que el 12,2 por ciento de los electores de IU.

Dudas. En unas elecciones históricas, por la decadencia del bipartidismo y el auge de las fuerzas emergentes, destacan las dudas que tuvieron los ciudadanos a la hora de elegir su papeleta. Así, casi un 20 por ciento (19,9) de los españoles dudó al inclinarse por uno o varios partidos, sobre todo entre PP y Ciudadanos (un 16,9 por ciento) y entre PSOE y Podemos (11,6).Asimismo, un 8,4 no sabía si votar a Podemos o Ciudadanos y el 9,3 se debatió entre elegir a la formación de Pablo Iglesias o a Izquierda Unida, los dos partidos que estos días negocian una coalición para concurrir juntos a las urnas.