La tasa de riesgo de pobreza sigue aumentando en España: casi uno de cada cinco ciudadanos (22,2 por ciento) vive por debajo del umbral de riesgo de exclusión en el país, según desveló ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una cifra que aumentó especialmente entre los menores de 16 años, hasta alcanzar el 30,1 por ciento, lo que supone casi ocho puntos más que la registrada entre el resto de la población española. Estos datos se corresponden al indicador europeo Arope, que combina pobreza (ingresos por debajo del 60 por ciento de la mediana nacional), carencia material y baja intensidad en el empleo. 

Así, tal y como apuntó este baremo, el 29,2 por ciento de la población de España está en situación de riesgo, un 1,9 por ciento más que en 2013 y un 3,1 que en 2010. El 22,2 por ciento subsiste en la pobreza por bajos ingresos (un 1,7 por ciento más), el 7,1 afronta carencias materiales severas (un 1,1 por encima) y el 17,1 presenta baja intensidad en el empleo (1,4% más). 

El riesgo de pobreza y exclusión afecta en mayor medida a la población infantil. El 35,4 por ciento de los menores de 16 años que viven en el país se encontraban englobados en el indicador Arope al cierre de 2014, frente al 31,9 por ciento que representaban en 2013, al 31,4 de 2012 o al 31,6 que suponían en 2011 (siempre calculado con los ingresos del año precedente). 

En cuanto a la población entre 16 y 64 años, el 32 por ciento sufre una situación de carencia extrema, cifra que cae hasta el 12,9 por ciento entre los mayores de 64. Este colectivo es el único en el que disminuye este riesgo, que alcanzaba el 22,9 por ciento en 2010. 

Atendiendo exclusivamente a la pobreza, uno de los tres indicadores que se bareman en el informe, el INE señaló que el ingreso medio por familia se situó el año pasado en 26.154 euros tras caer un 2,3 por ciento. El umbral a partir del cual se considera riesgo de pobreza descendió hasta los 7.961 euros anuales para un hogar de una persona (un 1,9 por ciento menos) y hasta los 16.719 euros para los integrados por dos adultos y dos niños. 

Este documentó reseñó, asimismo, que el 22,2 por ciento del total de la población española, un 1,8 por ciento más que en 2013, gana menos de estas cantidades. Una situación que se agrava entre los menores de 16 años: sube un 3,4 por ciento y alcanza ya al 30,1 del total, es decir, que la pobreza infantil está 7,9 puntos por encima de la que registra el conjunto de la ciudadanía del país. 

Entre los habitantes de 16 a 64 años esta tasa se situó en el 23,2 por ciento tras subir 2,4 puntos en los últimos 12 meses. Mientras, entre los mayores de 65 descendió un 1,3 por ciento y rozó el 11,4 por ciento del total. 

Si en el cálculo de riesgo de pobreza se tiene en cuenta el valor del alquiler imputado, la cifra general se sitúa en el 19,9 por ciento, mientras que para los mayores de 65 años se queda en el 5,9 y entre los menores de 16 se eleva hasta el 29,6 por ciento.

Por tipo de hogar, el INE reveló, además, que el 42 por ciento de las personas que integran familias monoparentales con niños (un adulto con hijos dependientes a cargo) estaban en riesgo de pobreza. Por contra, en las casas donde viven dos adultos sin hijos que dependan de ellos la tasa no llega al 15 por ciento. 

Según la nacionalidad, el porcentaje de ciudadanos por debajo del umbral de riesgo de pobreza es del 18,4 por ciento para los españoles, del 35,7 para los extranjeros de la Unión Europea (UE) y del 55,4 para las personas de otros países. De igual forma, el 45,1 por ciento de los parados están en riesgo de pobreza, mientras entre los jubilados la tasa es del 9 por ciento, destacando que los índices son mayores entre las personas que tienen menor preparación: el 29,1 por ciento de quienes se quedaron en la primera etapa de secundaria está en esta situación frente al 10,2 que se registra entre los que cursaron estudios superiores.

 

SIN VACACIONES. En cuanto a las carencias, el INE indicó que cuando realizó la encuesta, en primavera de 2014, el 16,1 por ciento de los hogares del país llegaba a fin de mes «con mucha dificultad», un 0,8 que en el mismo sondeo de un año antes. Además, el 45 por ciento no se podía permitir salir de vacaciones, también un 0,8 por ciento menos que en 2013. No obstante, el 42,4 no tenía capacidad para afrontar gastos imprevistos, un 1,4 por encima del dato del año anterior; y el 10,2 tenía retrasos en los pagos de los recibos, como de alquiler, luz o agua, un 0,9 por ciento más que en 2013. 

Siguiendo las tasas de riesgo de pobreza por regiones, las más elevadas se dieron en Murcia (37,2 por ciento), Andalucía (33,3) y Extremadura (33,1). Por su parte, el País Vasco (10,2 por ciento), Navarra (11,9) y Madrid (14,7) presentaron las más bajas.