«El aficionado va a salir siempre con la cabeza alta»

M.B
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Sergio González llegó en abril al banquillo de un Pucela casi desahuciado. Logró cambiarle la cara y ascender en el play-off. No tiene dudas de que será un año complicado pero al aficionado le dice que confíe

Ha sido futbolista hasta hace relativamente poco y eso, cree, que le ayuda para empatizar, aunque siempre guardando la distancia y sabiendo quién es el entrenador. Habla rápido, agradece a todos la renovación y le da la importancia de todo a los que saltan al verde, a los futbolistas.

La primera es obvia, ¿contento con la renovación?

Sí. Muy emocionado, contento, satisfecho, realizado... creo que es una apuesta importante del club el dar continuidad al proyecto. Agradecido a Miguel Ángel, que fue el que me vino a buscar cuando estaba fuera de la rueda de los entrenadores; también a Carlos, por su normalidad, cercanía y estar apoyándome siempre, y porque en los momentos de alguna incertidumbre también apareció para dar tranquilidad; y a Ronaldo, porque ha tenido que refrendar todo lo que le habían hablado, aceptando y confirmando él mismo que estaba contento con nosotros. Y más por cómo está funcionando el fútbol, que es difícil que una entidad apueste de una manera tan rotunda por uno. Ojalá estemos al nivel del gesto que acaba de tener el club.

Siempre se habla de Sergio González... y usted habla en plural, destacando a Diego Ribera.

Empezamos en esta aventura prácticamente juntos -es verdad que estuve medio año en el filial perico con Sergio Ortega, al que le tengo mucho cariño- pero ya en Primera fuimos de la mano, nos conocemos desde hace mucho tiempo, crecimos juntos, tenemos un feeling especial y vemos el fútbol de la misma manera, y aparte de ser amigos es un gran profesional. Estoy muy contento de estar a su lado; y también agradecido al cuerpo técnico, al del año pasado y al de éste, que conectamos y enganchamos bien y se desvivieron por entrar en nuestra idea de fútbol y proyecto, porque sin un cuerpo técnico bueno, el entrenador deja de serlo.

¿Por qué solo un año más?

La durabilidad de la ampliación del contrato era lo de menos. Lo que sí era importante era el golpe de efecto a nivel de estabilidad, de contundencia, de reafirmar que están contentos con nosotros, que el trabajo que estamos haciendo es importante, que ven que los jugadores nos han tendido la mano y están con nosotros. Porque el futbolista es el protagonista principal y con mayúsculas de todo esto, sin ellos no estaríamos aquí y no habríamos subido. Se ha unido todo. 

¿La llegada de Ronaldo le hizo recordar aquel despido amargo en el Espanyol? ¿Ha pensado que le podía volver a pasar?

Te engañaría si te dijera que no. Los recuerdos siempre están ahí, pero también he decir que siempre que entraba en el club o hablaba con Miguel Ángel y Carlos esa sensación desaparecía por lo que me decían y transmitían. Y eso hacía que me olvidase de ese tema. En el Espanyol me cesan en el cambio de poder y en este caso, Ronaldo ni durante ni cuando ha llegado... me ha demostrado de una manera contundente que era continuista y que abogaba por nosotros. 

Por cierto, ¿qué fue lo primero que le dijo el brasileño? ¿Le recordó sus enfrentamientos en el césped?

Lo primero que me dijo es que había mirado si me había tirado algún caño. Le dije que era difícil porque él era un delantero de últimas acciones y yo era un centrocampista más bien ofensivo. Lo que sí le recordé es que en Riazor no nos llegó a ganar. 

¿La renovación permite trabajar más tranquilo o suena a espaldarazo ante posibles críticas del entorno?

Personalmente esta confianza me trasmite un chute de energía y una potencia descomunal, te hace crecer. Este gesto no se puede calibrar con palabras. Ojalá este subidón nos haga sacar nuestra mejor versión. Creo que el trato de la afición siempre ha sido espectacular, en el día a día me ha demostrado muchísimo cariño e ilusión porque siguiésemos siendo sus entrenadores, y es de agradecer. Es un salto contundente de confianza en todos los niveles, como entidad, como afición y para los propios jugadores, que sepan que el míster continúa otro año va a hacer que te pongas las pilas, porque ya sabes que el débil ya no es tanto él.

Vamos a la Liga. ¿Las sensaciones sobre el campo no dicen lo mismo que los puntos?

Es una realidad. Si desgranas los partidos, es así. Y todo se centra en la contra del Alavés, eso hace que ya no se hable de un equipo fuerte defensivamente. Porque con el 0-0 sí sería así. Esa contra no puede empañar ese partido correcto ni los tres anteriores. Hace que te desvíes y solo veas que el equipo no tiene ningún gol a favor y solo dos puntos. Al final hay que buscar un equilibrio y analizar bien lo que estamos haciendo e insisto, el equipo está compitiendo a un nivel muy alto. Que nos falta crecer a nivel ofensivo es una evidencia pero hemos tenido las mismas o más ocasiones que los rivales; y tenemos que conseguir que esa contra no nos afecte en todo nuestro trabajo diario. Estoy convencido de que el equipo está picado en su orgullo (y recuerdo cómo reaccionó tras el 1-1 del Cádiz).

¿Está preocupado por el tema del gol?

Preocupado, la verdad, no; porque estoy convencido de que va a llegar. Estoy preocupado porque eso le preocupe demasiado al futbolista y a la afición, sobre todo al primero que es el que tiene que arreglar la situación. Veo cómo entrenan y finalizan, y la capacidad que tenemos de centros y remates, insistimos en las finalizaciones... tiene que llegar. Estaría preocupado si no generásemos esas situaciones de gol.

El Real Valladolid tiene el tope salarial más bajo de la categoría, pero, ¿está contento con la plantilla?

Estoy muy contento con la plantilla que se ha hecho con los recursos que tenemos. A partir de ahí, lo que me gustaría es no insistir en ello sino potenciar y reafirmar a los futbolistas que tenemos. Si llegamos a tener el doble seguramente se hubiese intentado traer a otros futbolistas, eso son condicionales y no valen en la vida. Hemos hecho la mejor plantilla que hemos podido hacer con el presupuesto que teníamos. Hay que saber que va a ser una temporada difícil, pero vamos a dejar ya el tema del dinero y centrarnos en potenciar lo que tenemos, hacer crecer a estos futbolistas y sacar su mayor rendimiento.

¿A qué suena el mercado de invierno?

A algo muy lejos. En el fútbol está la moda de partido a partido, nosotros somos más de semana a semana. Pensamos en el partido y no pensamos en la siguiente. 

Hay algo claro, no le asusta apostar por gente joven o por debutante en la categoría.

En el once inicial ante el Alavés, salvo Enes y Keko, el resto era el bloque de Segunda. Eso hay que reconocerlo pero no infravalorarlo. Hay que valorar que si los futbolistas han subido ya son de Primera, que para eso se lo han ganado. Es verdad que en ese salto se necesita un proceso y hay futbolistas que ya se lo han comido y están a ese nivel, y otros que poco a poco irán avanzando. Cuando juntemos toda la coctelera, el que lo ha asumido, el que lo va a asumir y el que ha llegado de fuera para sumar, encontraremos el equipo que queremos ser. Hasta ese momento, buscamos el mayor rendimiento del futbolista para que el bloque sea mejor. Nos da igual si es canterano, mayor, joven, si viene con muchos o pocos partidos en Primera. 

¿Qué puede esperar el aficionado del Pucela esta temporada?

Al aficionado lo único que le puedo decir es que va a poder salir siempre del estadio con la cabeza alta, sabiendo que su equipo ha competido y lo ha dado todo por darle ese triunfo. La última jugada ante el Alavés nos pasa porque el futbolista, saltándose un poco el rigor defensivo, le quiere dar esa alegría sin pensar en lo que puede ocurrir. El futbolista tiene muchas ganas de darle ilusiones porque la comunión del año pasado pocas veces la he visto y eso no hay que dejarlo de lado, hay que alimentarlo, y tiene que ser el futbolista el que lo haga.

Del tema césped, ¿hablamos?

Lo que me dio rabia que se pensara que podía estar preparado. Y eso es un error porque nosotros intentamos que el césped estuviese lo mejor posible, entrenando fuera, sin usarlo. Y luego vino una persona de la Liga de Fútbol para certificar que estaba en óptimas condiciones. No fue premeditado. Me dio rabia que se haya tildado a la entidad que lo dejó hacer así porque venía el Barça, y nosotros queremos jugar ante ellos en las mejores condiciones posibles dentro de la legalidad. No podemos arriesgarnos a una lesión de un futbolista, eso me dio rabia. 

Hablemos un poco del pasado, ¿qué le hizo aceptar la oferta del Valladolid? ¿Y qué hizo o qué le dijo a la plantilla para cambiar su imagen?

Tenía muchas ganas de entrenar porque llevaba tiempo sin hacerlo. Cuando apareció la oportunidad de Valladolid, el mismo nombre ya me sedujo. A partir de ahí hablé con Miguel Ángel, estuve viendo la plantilla y estaba convencido de que podíamos darle otro aire y escalar posiciones en la tabla. No me refiero a jugar mejor, con todos mis respetos a Luis César que seguro que trabajo a destajo para sacar el mejor rendimiento, sino aportar una visión distinta que pudiera hacer que el equipo subiera en la tabla clasificatoria. Vimos que había mimbres, pero no veníamos pensando que iba a pasar lo que por suerte vivimos al final. En mi caso, firmando por el Valladolid tenía mucho más que ganar que perder.

En el fútbol a mí me gusta la palabra normalidad, la naturalidad, al final está todo inventado y necesitas que el futbolista quiera hacer cosas. Porque la calidad la tiene, pero si no quiere hacer o no le llegas luego en el campo no se va a reflejar. Vinimos con esa tranquilidad y lo más importante es que el vestuario sí que nos recibió bien, con ganas, nos abrió los brazos y atendiendo los cuatro detalles que queríamos corregir. Y la forma de entrenar les sedujo, les gustó, la forma de encarar los partidos, de dirigirnos a ellos... parece que hubo una buena comunicación y poco a poco nos fuimos soltando y creciendo, los resultados nos reforzaron y creo que acabamos siendo un equipo muy fuerte. Eso se reflejaba en el campo y en las caras. Siempre digo que cuando sales al campo las caras marcan cómo vas a jugar. Me gusta el símil de Rocky, salíamos con la mirada del tigre...

Por eso la canción que se escucha antes de saltar a cada partido...

Sí. Me parece de activarte, de meterte por la faena. Es una manía que tengo, me gusta... es verdad que al principio había gente joven que no sabía de qué iba... pero es una canción que te conecta. Lo he hecho siempre desde soy entrenador

El hecho de haber sido jugador le permite ver aún el fútbol con ojos dentro de la cancha y entender al futbolista. ¿O toma distancia?

Realmente creo que ayuda. No creo que te haga ser mejor o peor entrenador a nivel táctico-técnico o de propuesta, pero te puede hacer más completo porque has vivido todas las situaciones, desde titular hasta suplente o sin convocar, y te puedes anticipar a sus reacciones. Me gusta que el entrenador empatice con el futbolista pero sabiendo que él es el entrenador porque hay momentos de rigor, exigencia...

Por aquí han pasado técnicos que han marcado, como Cantatore, Kresic, Mendilibar, Djukic... ¿le gustaría ser el próximo?

Ojalá porque eso significará que hemos hecho bien nuestro trabajo y que el club habría conseguido sus objetivos. Esa es una de las ideas, el hecho de dejar huella, porque suele ser por cosas buenas. Ojalá que con el compromiso de los jugadores, cuerpo técnico, trabajadores... consigamos que esta época sea importante y quede en el recuerdo.