Los sectores económicos y sociales de Valladolid urgen en la necesidad de importar recursos económicos y empleo a la capital. No lo achacan exclusivamente a la gestión durante dos décadas del ahora alcalde en funciones, Francisco Javier León de la Riva, pero no es menos cierto que la salida de la crisis y el nuevo contexto municipal abren la puerta a una dinamización de la actividad. Todos coinciden en que, «por supuesto cosas bien se han hecho en estos años», aunque algunos colectivos destacan más que otros el trabajo y el progreso imprimido por León de la Riva y sus distintos equipos en la modernización de la capital. En definitiva, luces y sombras de los sectores económicos y sociales a la hora de hacer balance. Un balance que va de la mano de un indudable cambio de la sociedad vallisoletana tras los mandatos de Rodríguez Bolaños.
El primero en pronunciarse ayer al respecto fue el presidente de la Federación de Comercio y Servicios (Fecosva), Javier Labarga, quien agradeció en primera persona a la concejala de Comercio, Mercedes Cantalapiedra, el buen trabajo y las atenciones con el pequeño comercio. «Estoy un poco nervioso después de tantos años», empezaba su intervención para remarcar que, a su juicio, «el Ayuntamiento siempre ha tenido sensibilidad con el pequeño comercio y con Fecosva y siempre hemos sido bien tratados». Por contra, Luis del Hoyo, el secretario de Avadeco, la otra patronal del comercio, considera que «hasta ahora se ha favorecido demasiado a las grandes superficies y el comercio local lo está pasando muy mal» a lo que precisa: «Hay que recuperar la ilusión de los comerciantes».
Para el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Villar, el balance de 20 años de Gobierno de De la Riva es positivo. «Ha sido un gran alcalde para nuestra ciudad, como así lo demuestran los grandes avances que se han producido en la capital y que, por supuesto, ha sido reconocidos por sus ciudadanos cada vez que salía reelegido», señaló. Respecto a la relación con la Cámara, «ha sido siempre de colaboración en aras de fomentar el espíritu emprendedor y el crecimiento de las empresas y comercios».
No opinan lo mismo los sindicatos, especialmente los que han tenido que negociar directamente con él. «Mientras había normalidad, se podían resolver las cosas, pero con la llegada de la crisis todo cambió», sostiene el secretario general de FSP-UGT Valladolid, Manuel Martínez. Según él, De la Riva fue incluso más allá de las «duras» condiciones que estableció la reforma laboral. «Quitó ayudas sociales a los funcionarios, como las prótesis, los reconocimientos médicos, las ayudas escolares e incluso algunos ordenadores con los que trabajaban los sindicatos», dice. Martínez también denuncia que «eliminó la paga de objetivos y retiró la flexibilidad horaria, pero hay que agradecerle que mantuvo el empleo».
De la misma opinión es el delegado provincial de CCOO, Antonio Díez. «Su paso por el Ayuntamiento no ha sido positivo aun dejando una ciudad bonita», señala. «Le planteamos la posibilidad de crear un Plan de Empleo y nos dijo que él iba a fomentarlo desde la Agencia de Innovación, que se ha demostrado que no ha servido para nada».
Mientras el sector hostelero prefiere esperar a hacer balances de la etapa de León de la Riva, aunque de todos es conocido el fructuoso trabajo realizado, el sector hotelero, por su parte, hace buen balance de la etapa de León de la Riva al frente del Consistorio partiendo de que «a su llegado tan siquiera existía una Concejalía de Turismo porque antes no se consideraba como una actividad económica». En esta línea, el presidente de la patronal, Francisco de Frutos, remarcó que este último mandato ha sido el de la «consolidación»:«La evolución del turismo de Valladolid pasa de ser un visitante de negocios y con fines de semana vacíos a tener altas ocupaciones en fin de semana y turismo de congresos, eventos y deportivos».