Puente argumentó que la tapa se está convirtiendo en uno de los máximos exponentes de la cocina española y en su complemento esencial para consolidar la expansión internacional, a la vez que resaltó que Valladolid se está posicionando muy bien para convertirse en capital de esta especialidad gastronómica. Afirmó que la gastronomía y el vino son los dos atractivos que tiran de Valladolid.