La Rosaleda cambiará de imagen coincidiendo con sus siete décadas de existencia. El histórico jardín vallisoletano será remodelado en los próximos meses para mejorar tanto su imagen natural como su accesibilidad e instalaciones, además de adaptarse a las nuevas tecnologías. Y es que esta zona verde, una de las más antiguas de la capital, se incorporará también en los próximos meses a la ruta Ríos de Luz. Se trata de adaptar este pulmón verde al nuevo estilo de iluminación que se está adaptando en la ciudad, transformando el alumbrado público en auténtico disfrute de los ciudadanos como atractivo turístico y cultural. También se aprovechará su situación para convertirlo en un mirador frente al Pisuerga, según confirma el concejal de Desarrollo Sostenible, Jesús Enríquez.
El frondoso y colorista jardín sufrirá una remodelación que comenzará antes de terminar este año y consistirá, en rasgos generales, en restaurar el histórico jardín e incluir en el mismo un elemento diferenciador del siglo XXI: la luz led. Exactamente, las obras afectarán a todo el perímetro de la Rosaleda, es decir, entre el puente de Poniente, el paseo de Isabel la Católica y el propio río, quedando fuera de esta intervención el área conocida como ‘La Guindalera’, el parque de continuación hacia el Puente de Isabel la Católica. La recuperación del parque supondrá la mejora de los accesos, los caminos y los parterres donde están plantados los cientos de rosales que dan color y olor a este céntrico parque desde la primavera y hasta el otoño siguiente. Además se mejorarán todos los juegos arbóreos ornamentales, intentando sacar el máximo partido a las especies trepadoras y a los árboles existentes.
Una de las principales novedades de la actuación será la construcción de una gran pérgola en el mirador próximo al cauce fluvial. Ahora es un espacio diáfano, sin contenido, y donde se quiere crear una amplia zona de sombra gracias a la instalación de una estructura, aún por definir, que diese sombra a un parque donde abundan las plantas de porte bajo y escasean los árboles, por lo que con esta pérgola se quiere recuperar aún más el jardín para los ciudadanos e intentar mejorar su estancia allí. En esta estructura se colocarían nuevos bancos y jardineras, mientras que en el resto del parque también se renovarán y adaptarán todos los bancos existentes de piedra, que precisamente son de la época de la construcción del jardín, en 1975.
Y esta reforma se complementará con la renovación del alumbrado público gracias a las nuevas tecnologías porque La Rosaleda se incluirá en la ruta Ríos de Luz, convirtiéndose en el primer espacio natural de la capital vallisoletana en sumarse a esta propuesta lumínica más allá de edificios singulares, monumentos, galerías o paseos de la ciudad.
La ruta Ríos de Luz recrea el antiguo recorrido de la Esgueva realzando los monumentos; atravesando y uniendo diferentes áreas del centro de Valladolid. En ellas se ha ordenado y armonizado el entorno, unificando la temperatura de color de las diferentes fuentes de luz, reduciendo niveles lumínicos y potenciando el modelado de los volúmenes arquitectónicos para conseguir nuevos paisajes visuales.
Este mismo objetivo se quiere conseguir dotando de luz a La Rosaleda y conseguir una mejor exhibición del parque en plena época de floración pero también optimizar la imagen del parque en otoño e invierno, con lo que colocarían la mayoría de los puntos de luz a ras de suelo saliendo los focos lumínicos hacia arriba, pero también otros creando figuras e incluso están previstas proyecciones en el suelo. En total, el Ayuntamiento de Valladolid a través de la Concejalía de Desarrollo Sostenible con la colaboración de Presidencia invertirá en este proyecto un total de 160.000 euros. Una obra, además, que empezará antes de terminar el año y cuenta con un plazo de ejecución de tres meses.
Ríos de Luz, según el coordinador de Presidencia, Fernando Rubio, se ha posicionado como ejemplo de estrategia de promoción de ciudad que contribuye al desarrollo económico y al incrementode los indicadores de calidad de vida de sus habitantes. Ahora, con la incursión de La Rosaleda, la ruta lumínica sumará el primer espacio natural al paseo nocturo que ya han realizado miles de personas en la capital.