Una red subterránea de calor por biomasa conectará 30 edificaciones

eldiadevalladolid.com
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La infraestructura de biomasa unirá el próximo año 23 edificios de la Universidad, tres del Ayuntamiento y cuatro de la Junta

Una red subterránea de calor por biomasa conectará 30 edificaciones

El Campus Miguel Delibes acogió ayer la colocación de la primera piedra de la denominada calefacción de distrito, consistente en una instalación de quema de biomasa forestal como combustible de la que partirá una red de calor mediante tuberías subterráneas de 12 kilómetros. Este sistema permitirá conectar el próximo año y mantener el confort térmico en 30 edificios públicos, 23 de ellos de Universidad, 3 del Ayuntamiento y 4 de la Junta, obteniendo una mejora sustancial de la eficiencia energética.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente financia el proyecto, a través de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder), con casi cinco millones de euros. La iniciativa supone un ahorro en la factura energética del 35 por ciento en los 15 años del proyecto -más de 12 millones en ese período- y 6.000 toneladas de CO2 que se dejarán de emitir a la atmósfera. Así lo señaló el consejero Antonio Silván, quien aseguró que con esta red de calor Castilla y León se convierte en «un referente nacional en bioenergía al ser la instalación con más longitud de España».

En el acto de colocación de la primera piedra estuvieron presentes, además, el consejero de Educación, Juan José Mateos, la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento, Cristina Vidal, y el rector de la UVa, Marcos Sacristán. La red de distribución de energía térmica alimentada con biomasa transcurre por las vías urbanas y proporciona agua caliente sanitaria y calefacción inicialmente. Los conductos de transporte están aislados térmicamente y se distribuirán hacia los diferentes edificios.

La central térmica, que albergará el silo de almacenamiento y la sala de calderas se ubicará en el Campus Miguel Delibes y todo el sistema de aprovisionamiento de biomasa hasta las calderas estará automatizado. La superficie total construida asciende a 1.350 metros. La potencia de las calderas que se instalarán es de 14,1 Megawatios (MW) térmicos, suministrados por tres calderas de 4,7 megawatios, cada una de las cuales incorporará un multiciclón y un filtro de mangas para evitar la emisión de partículas volátiles a la atmósfera. Las instalaciones de las calderas existentes de gas y gasóil no se van a ver afectadas y podrán ser utilizadas en cualquier momento.

El consejero, Antonio Silván, mostró su satisfacción por la colaboración institucional y la posibilidad de ejecutar un proyecto que permitirá «ahorrar combustible además de reducir la factura de consumo y la huella de emisiones de carbono». En este sentido apuntó que la eficiencia energética se conseguirá a través de una energía limpia como la biomasa, «muy ligada a Castilla y León, consumiéndose 8.000 toneladas al año y evitando la contaminación que genera hasta ahora la quema de 2,5 millones de litros de gasoil».

«Se trata de un sistema tecnológicamente innovador y moderno que suministrará calor a 30 edificios públicos», dijo. A su vez recordó que Castilla y León invertirá 58 millones de euros en los próximos tres años financiados por el Banco Europeo de Inversiones en distintas actuaciones relacionadas con las energías limpias y un ahorro en los costes. En este sentido señaló que el proyecto iniciado hoy en el Campus Miguel Delibes de Valladolid se extenderá en función de sus resultados al resto de los que la UVa de Palencia, Soria y Segovia.

400 camiones.

Silván recordó que en la red de calor se quemará anualmente el contenido de biomasa transportada por 400 camiones al año de un combustible que la Comunidad es segundo productor nacional con más de 70 millones de toneladas, a lo que se une la primera posición en producción de pellets con 200.000 toneladas, «suponiendo este sector un importante motor de crecimiento y empleo en buena parte de la región».

El rector de la UVa, Marcos Sacristán, concretó que objetivo de la entidad que dirige es situarse «como motor de desarrollo socioeconómico», en el que el proyecto de la red de calor a partir de la quema de biomasa «es un ejemplo y un referente de ahorro» que implica una estrecha colabobración con otras administraciones públicas, «procurando bienes sostenibles»: «Esta dimensión social que presta un servicio a la comunidad, que a su vez debería valorar un poco más el papel de la universidad al implicarse con los problemas de su entorno».