El exvicepresidente económico del Gobierno en la etapa de José María Aznar y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, fue arrestado ayer en su domicilio de Madrid tras haber sido registrada la vivienda por parte de agentes de Vigilancia Aduanera, una búsqueda de información que se extendió durante más de tres horas. Así, el político abandonó su casa, situada en el barrio de Salamanca de la capital, poco después de las ocho de la tarde en un coche policial, después de que el juez Enrique de la Hoz diera luz verde a iniciar las pesquisas a instancias de la Fiscalía de Madrid.

Según fuentes cercanas al caso, el magistrado tuvo que firmar una orden de detención para que el exdirector gerente del FMI pudiera abandonar su domicilio en un coche policial y continuar los registros fuera de su vivienda. De hecho, desde ésta, el implicado y los agentes se trasladaron hasta su despacho en la cercana calle Castelló. Al mismo tiempo, se registró un bufete de abogados en Sotogrande (Cádiz), que podría estar vinculado al exministro.

La denuncia presentada ayer mismo por el Ministerio Público instaba a investigarle por supuestos delitos de fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales, según fuentes fiscales. En el citado documento se requería, de hecho, la «inmediata entrada y registro» en la del exmandatario, de la que se sacaron al menos cinco cajas con documentación, y se decretaba el secreto de las actuaciones, que se iniciaron hace unos días en la Fiscalía de Madrid, aunque la causa se continuará tramitando, previsiblemente, bajo la dirección de Anticorrupción.

Este caso fue remitido hace unas semanas por la propia Agencia Tributaria, que detectó contradicciones entre su fortuna declarada durante la amnistía fiscal en 2012 y la declaración posterior de 2013, un hecho que contribuyó a la decisión de incluirlo en la lista de sospechosos de blanqueo de capitales. El exministro, rechazó, sin embargo aclarar cómo es posible que tuviera dinero oculto al fisco. Simplemente, se limitó a negar que tuviera o hubiese tenido sociedades en paraísos fiscales, como se apuntaba cuando se supo que se había acogido a la amnistía.

Procesos abiertos.

Este no es el primer caso que Rato tiene pendiente con la Justicia, ya que está imputado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu en la causa sobre la fusión y la salida a Bolsa de Bankia. Igualmente, se le investiga en la pieza separada en la que se analizan las tarjetas black opacas al fisco en la que los exconsejeros de Bankia y de Caja Madrid cargaron 15,5 millones de euros.

El Gobierno no quiso hacer comentarios adicionales sobre este hecho. Solo el ministro de Justicia, Rafael Catalá, expresó su respeto a la detención del excompañero de partido e insistió en la idea de que esta actuación demuestra que el sistema funciona y que la ley es igual para todos, con independencia de su condición «profesional o política». «Mi respeto máximo a la independencia judicial y a la actuación de los jueces, manifestación de que los sistemas funcionan y de que la ley funciona y que es igual para todos», aseguró desde los pasillos del Congreso.

Preguntado sobre su impresión ante el arresto de una persona que ha ocupado tan altas responsabilidades en el Gobierno y en otras instituciones, reiteró la igualdad ante la ley y el cumplimiento de las normas para todos los ciudadanos sea cual sea su posición. En cualquier caso, rechazó contestar si el PP se siente «decepcionado». «No lo sé», se limitó a responder.