La amenaza del lobo solitario

Agencias
-

Un hombre vinculado al 'yihadismo' hiere en Nueva York a dos agentes y muere abatido por la Policía. Es el tercer ataque de islamistas convertidos registrado en Norteamérica esta semana

UN DESCONOCIDO ATACA A HACHAZOS A DOS POLICÍAS DE NUEVA YORK - Foto: DCPI HANDOUT

La amenaza yihadista sobre Occidente ya no solo proviene desde Oriente Próximo, donde grupos radicales como el Estado Islámico  intimidan con sus actuaciones y sus continuos mensajes de terror para todos aquellos que no comulguen con su ideario extremista. Ahora, el terror ya está dentro de los propios países coaccionados, en lo que se vienen a llamar lobos solitarios, hombres generalmente con poca vida social que deciden atacar por motivos no siempre claros, pero, generalmente, vinculados con el islamismo más radical.

A los dos últimos casos registrados esta semana en Canadá, donde dos ciudadanos del país norteamericano convertidos recientemente a las creencias musulmanas acabaron con la vida de dos militares y terminaron muriendo abatidos por las Fuerzas de Seguridad, se sumó ayer uno nuevo. Esta vez, al otro lado de la frontera, en Estados Unidos, que se encuentra en alerta permanente ante una posible actuación de los extremistas.

En Nueva York, al menos dos policías resultaron heridos por un hombre armado con un hacha que murió posteriormente tras ser tiroteados por otros uniformados.

En base a las primeras informaciones, uno de los agentes se encuentra en estado crítico tras ser alcanzado en la cabeza, mientros que el otro resultó herido en un brazo.

Además, una transeúnte recibió el impacto de una bala disparada por las Fuerzas de Seguridad, por lo que fue intervenida y está fuera de peligro.

El incidente tuvo lugar cuando cuatro agentes estaban posando para una fotografía en el barrio de Queens.

Fuentes de la investigación apuntaron que aún no se ha establecido el motivo del atentado, si bien se están analizando los posibles vínculos con grupos terroristas del agresor, un hombre de 32 años que, según los medios, se llamaba Zale Thompson y tenía inclinaciones extremistas. De hecho, en un comentario a un vídeo del Estado Islámico registrado el pasado septiembre llegó a considerar que la guerra santa o yihad era una «justificable respuesta a la opresión de Sionistas y Cruzados».

Por ello, se estudia si podría tratarse de un ataque inspirado por el llevado a cabo el pasado miércoles ante el Parlamento de Ottawa.

Tanto Estados Unidos como la Unión Europea llevan meses advirtiendo del riesgo que suponen para su seguridad los cientos de jóvenes que en los últimos años han viajado a Siria y a otros países para luchar con los grupos yihadistas. Estos ciudadanos regresan a sus naciones de origen mucho más radicalizados de lo que se fueron y podrían optar por cometer ataques en solitario.

Ésa es la principal amenaza que ven los Gobiernos occidentales. Además, el temor se vio incrementado después de que el mes pasado, el portavoz del EI, Abu Muhamad al Adnani, lanzara un llamamiento a sus milicianos y seguidores para que acaben con la vida «del modo que sea» de ciudadanos estadounidenses, europeos y de los países que apoyan la coalición militar en su contra en Siria e Irak. «Si podéis matar a un infiel americano o europeo, especialmente a los vengativos y sucios franceses, o a un australiano, un canadiense o cualquier infiel de los que promueven la guerra infiel, incluidos los ciudadanos que han entrado en la alianza contra el Estado Islámico, confiad una vez más en Alá y matadles de cualquier modo o manera, pero hacelo», subrayó.

Pocos días después, un joven australiano de 18 años trató de asesinar a dos agentes con un cuchillo antes de ser abatido por la Policía en Melbourne. Su intención era decapitar a los uniformados y envolver las cabezas en la bandera del grupo radical.

Los últimos casos de Canadá y este más reciente de EEUU no hacen sino encender todas las luces de alarma.