El Real Madrid venció ayer en su visita al Unics Kazan (75-76) en la segunda jornada de la fase de grupos de la Euroliga, gracias a una canasta en el último segundo de Sergio Llull, que contrarrestó el gran partido de Keith Langford y permitió que el equipo blanco permanezca invicto desde el inicio de la temporada.
Viajaba el equipo blanco a Rusia, donde el año pasado perdió la imbatibilidad ante el CSKA tras una racha de 31 victorias consecutivas. El rival era de una entidad menor, pero estuvo a un segundo de tumbar al subcampeón de Europa. Una victoria que vale doble para el Madrid, ya que, además de ganar, lo hizo en un duelo apretado fuera de casa, uno de los pocos lunares que ha mostrado el equipo de Laso en los dos últimos años.
A pesar de que Langford fue el dominador del choque en la segunda parte, fue una canasta de James White a siete segundos la que estuvo cerca de tumbar al Madrid. Pero entonces apareció Llull, y, como en la final de Copa del pasado año ante el Barcelona, le dio el duelo a los suyos con una canasta desde seis metros.
Antes de ese final, y consciente de lo difíciles que son los partidos en este tipo de canchas, el actual subcampeón europeo empezó muy ‘metido’ en el partido. De la mano del tunecino Salah Mejri en la zona, y con la eficacia desde la línea de 6’75 metros, el conjunto blanco acabó el primer cuarto por delante en el marcador (16-19).
Sin embargo, los rusos, liderados por el griego Nikos Zisis reaccionaron hasta dejar el partido en un pañuelo. El heleno consiguió cinco de los 11 últimos puntos de su equipo antes del tiempo de descanso y su compatriota Kostas Kaimakoglu falló un triple en el último segundo que hubiera dejado el marcador aún más ajustado.
Con esa reacción de los hombres de Pedoulakis empezó una tendencia de igualdad en la que cada pequeño golpe de un equipo era respondido inmediatamente por el otro, hasta que el norteamericano Keith Langford tomó la responsabilidad en los ataques de su equipo. El exjugador del Armani Jeans Milano despertó tras un inicio de partido discreto y martilleó al Madrid en los segundos 20 minutos con 21 puntos.
En el parcial final, el partido caminó por los mismos derroteros y la última canasta de Langford en el partido sirvió para dejar casi sentenciado el partido, pero en ese momento, la escuadra ‘merengue’ tiró de casta para llevarse el triunfo de la cancha rusa.
Laboral y Unicaja. Menos suerte tuvo el Laboral Kutxa que sucumbió en su visita al Olympiacos (63-57). Los vascos pudieron llevarse la victoria de Grecia gracias a su buen trabajo en defensa. Sin embargo, el Baskonia falló demasiado en ataque, lo cual pagó al término del encuentro. Con este resultado, los helenos se colocan como líderes de su grupo, mientras que el Laboral Kutxa estrena su casillero de duelos perdidos, después de haber debutado en la máxima competición con un tropiezo.
Por su parte, el Unicaja, sin Carlos Suárez, consiguió solventar con una victoria su difícil compromiso ante el Alba Berlín (87-84), subcampeón de la Bundesliga y rival directo de los de Joan Plaza en busca de una de las cuatro plazas que dan acceso al Top 16. Guiados por un Martin Carpena, los andaluces supieron imponerse en un final de locura.