El infierno pasa por Filipinas

Agencias
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Más de 10.000 personas han fallecido en el archipiélago a causa del tránsito del súpertifón 'Yolanda', un temporal que ha dejado vientos de 275 kilómetros y olas de seis metros de altura

El infierno pasa por Filipinas - Foto: ERIK DE CASTRO

El tifón Yolanda, de categoría 5, ha causado tras su paso la desolación, la destrucción y la muerte en Filipinas. Al menos 10.000 personas han fallecido en la provincia de Leyte, en el centro del archipiélago, según aseguró ayer el jefe de la Policía de Leyte, el superintendente Elmer Soria. «Tuvimos una reunión la pasada noche (por el sábado) con el gobernador y otros funcionarios. Éste dijo que, en base a sus estimaciones, 10.000 murieron», afirmó.

Según el agente, entre el 70 y el 80 por ciento de las zonas por las que ha pasado el huracán han quedado destruidas debido a las intensas lluvias y las fuertes tormentas que han provocado cortes en el suministro eléctrico, deslizamientos de tierras, inundaciones y el derrumbamiento de edificios, árboles e infraestructuras.

«La devastación ha sido enorme», reconoció el representante de las Fuerzas del Orden en Leyte, una provincia que ha registrado vientos de 275 kilómetros por hora y olas que llegaron hasta los seis metros de altura.

Mientras, el presidente del país, Benigno Aquino, voló a la zona en una aeronave militar para hacerse una idea de la situación y distribuir ayuda. El mandatario exigió explicaciones a las autoridades estatales y locales sobre por qué los daños son tan grandes pese a que días antes se había alertado por radio sobre la peligrosidad de Yolanda.

En esta misma línea se pronunció el ministro del Interior, Manuel Roxas, que permaneció en la ciudad de Tacloban. «Con un helicóptero puedes ver la dimensión de la devastación. Desde el límite de la costa y moviéndote a un kilómetro hacia el interior, no hay ni una estructura ni ninguna casa que se haya mantenido en pie», certificó.

«Fue como un tsunami. No sé como describir lo que ví. Es espeluznante», añadió Roxas, que anunció el envío de las fuerzas de seguridad a la zona para detener el saqueo masivo de las tiendas y establecimientos comerciales por parte de los residentes, desesperados por conseguir agua y comida.

Las autoridades ahora se esfuerzan en la recuperación de cuerpos y en el envío de ayuda humanitaria a los supervivientes del tifón. «Hay muertos en las calles, en sus casas, bajo los escombros, te los encuentras por todas partes y rincones», indicó el alcalde de Tacloban, Tecson John Lim.

En cuanto al recuento oficial de cadáveres, el balance del Gobierno sitúa en 229 los muertos y  en 45 los heridos, de acuerdo con el último informe del Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastre. El organismo estatal también indica que más de 4,4 millones de filipinos se han visto afectados por el temporal.

En la SER, Roger Alonso, jefe de la Cruz Roja en Filipinas, «muchas de las zonas de agricultura y pesca que permiten la supervivencia han quedado destruidas».

Ahora es el momento de ayudar, de distribuir de forma correcta agua y comida entre los supervivientes. Así, el almacén de suministros de Unicef en Copenhague ha fletado un contingente valorado en 1,3 millones de dólares para apoyar a unas 10.000 familias.

Vietnam.

Afortunadamente,Yolanda se debilitó ayer a su paso por el mar de China Meridional, además de girar en dirección norte. A pesar de ello, seis personas  murieron en varios puntos del centro de Vietnam a causa de los primeros efectos de la tormenta, que ya ha provocado la evacuación de más de 858.000 personas. El tifón de dirige hacia Thanh Hoa, a unos 170 kilómetros al sur de Hanoi. Por lo que se ve, tocará tierra allí como tormenta tropical.