«Ojalá Manolo Escobar sirviera como ejemplo»

Leticia Ortiz (SPC)
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El sobrino y mánager del cantante relata recuerdos de un artista «al que muchos españoles querían como si fuera de su familia»

«Ojalá Manolo Escobar sirviera como ejemplo»

Con decir Manolo Escobar, sobrarían las presentaciones. Sin embargo, detrás de ese artista conocido en toda España había una persona aún más grande que el personaje. Por ello, casi un año después de su fallecimiento, su sobrino, y mánager, Gabriel García Mármol, trata de descubrir la cara más desconocida del cantante en el libro Conversaciones con un hombre bueno, un relato lleno de vivencias, anécdotas y momentos entrañables.

¿Qué se va a encontrar el lector que se acerque a este libro?

La gente que tuvo relación con Manolo encontrará reflejada a la persona que había junto al personaje. La gente que es fan de Manolo, pero que no pudo vivir junto a él, descubrirá su lado más desconocido. Y al que no sea seguidor de Manolo Escobar y, simplemente, tenga curiosidad por descubrir al personaje, le va a venir muy bien leer la biografía de un hombre que irradiaba bondad. Ojalá lo leyeran algunos y les sirviera de ejemplo.

¿Había mucha diferencia entre el artista y la persona?

Una cosa es ver por la televisión a un artista sonriendo y pensar «qué pinta de buena gente» y otra leer situaciones reales que muestran la bondad de alguien. Por ejemplo, la historia que se cuenta en el libro de la relación con sus hermanos. Es raro pensar que un solista ha estado durante 40 años entregándoles a sus hermanos la mitad de lo que ganaba. Pero solo es un ejemplo de que Manolo era un tío con unos principios muy firmes, porque pactó unas condiciones en el año 56 y las llevó hasta sus últimas consecuencias.

¿Se ha encontrado usted con alguien parecido en el mundo de la música?

Yo no he trabajado con nadie así, pero seguro que los hay. Además, no hay que olvidar que cada uno tiene sus circunstancias. Manolo viene de una familia grande y eso te hace perder el egoísmo que va unido al artista. Luego ha tenido un entorno que jamás le ha dorado la píldora y eso recorta también la vanidad.

¿Qué ha sido lo más difícil de escribir el libro?

Realmente no ha habido momentos difíciles porque todo lo que hay son momentos que he vivido o que mi tío me ha contado directamente. Sí es cierto que he sufrido la impotencia de no poder poner el nombre de dos personas que se portaron muy mal con él. He dado muchas pistas en el libro sobre ellos, pero los abogados me dijeron que nada de nombres, y me ha dado mucha rabia porque creo que a la gente va haciendo el mal hay que desenmascararla.

Pero esa última carta con la que se cierra el libro, emociona...

Sí, pero no es sufrimiento como tal. Es nostalgia, añoranza, dolor por haber perdido a alguien que, para mí, era como un padre... Por suerte, siempre puse en práctica el consejo que me dio un amigo que me decía que le dijera que le quería tantas veces como me apeteciera. Pero es verdad que se fue muy rápido, apenas un par de minutos, y no me dio tiempo a decirle todo por última vez. Supongo que aquellos que le querían llorarán al leer la carta como lo hice yo al escribirla.

¿Qué es lo que más añora la sociedad de Manolo Escobar?

Estoy convencido de que millones de personas tenían el mismo cariño a Manolo que a cualquier miembro de su familia y lo han sentido mucho. Además, se ha perdido a una persona que insuflaba alegría y optimismo. Cuando tú veías a Manolo Escobar te hacía pasar un buen rato y te olvidabas de tus problemas.

Un hombre bueno, ¿también tiene mala leche?

Manolo tenía un carácter, a veces, explosivo. Como dice Anita, su mujer, «Manolo podía gritar, pero al minuto no era nadie». Tenía esos momentos malos, claro y aunque los defectos sean minoría, hay que ponerlos para retratar la realidad de una persona, pero siempre volvía poco después a su estado de ánimo habitual. No era un hombre rencoroso.

¿Se sentía Manolo Escobar valorado como artista?

Él siempre que salió el tema me reconoció que sí. Yo creo que Manolo era el cantante del pueblo y esa sociedad, civil si la queremos llamar así, le supo valorar. Pero, es verdad, que a nivel de críticos musicales, o de la intelectualidad del país, ha faltado reconocimiento.

¿Cuestión de complejos?

Hay que entender como es este país y los estereotipos que aún arrastra. Si cantas copla, tienes que estar peor considerado que si eres un cantautor; si eres un artista que no se posiciona en la izquierda, lo mismo... Esos son estereotipos reales, aunque los beneficiados digan que es mentira. Es muy difícil luchar contra esas ideas arraigadas, pero el tiempo pone a cada uno en su sitio. Y Manolo tiene media docena de canciones que le van a hacer perdurar en el tiempo.

Pero no deja de ser extraño que cuando se hable de copla, muchos omitan a Manolo Escobar...

Eso es absurdo, porque contra los datos no se puede luchar y, por ejemplo, la Antología de Copla que más se ha vendido en la Historia es la que hizo él. De las rumbas más conocidas de todos los tiempos, dos son de Manolo. El que más coplas ha grabado en la Historia, también ha sido él.

¿Sentía la necesidad de desmontar el mito político que algunos levantaron sobre él?

Siempre fueron invenciones, pero mi tío nunca ha tenido ni ganas ni interés en desmontar esas teorías, porque le daba lo mismo. Lo que ocurre es que a mí no me da igual, a mí me toca mucho los huevos que haya quien va a hacer daño solo por hacer daño.

¿Cómo va a ser ese homenaje en forma de musical que estáis preparando?

Mi carro lo tienes tú será una comedia musical que protagonizará Vanessa García Marx, su hija, y que no va a ser una biografía de Manolo Escobar. Él será el personaje latente, protagonizará toda la historia que ocurrirá en el escenario y trataremos de transmitir el sentido del humor que tenía él.