Cáritas alerta de que la pobreza afecta a veinte mil vallisoletanos, cinco mil más que hace un año

Luis Amo
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Crecen un 33% las personas que viven con menos de 500 euros al mes por el endeudamiento de las familias y el paro •Aumenta «notablemente» la solidaridad y las donaciones de ciudadanos

Cáritas alerta de que la pobreza afecta a veinte mil vallisoletanos, cinco mil más que hace un año

Casi 20.000 personas viven con menos de 500 euros mensuales en la provincia vallisoletana, lo que significa un 33 por ciento más con respecto al año pasado. El director de Cáritas Diocesana, Jesús García Gallo, revela esta cifra al alertar sobre el incremento de personas con necesidades y el aumento de ciudadanos normales, que no necesitan de intervención social, pero que llegan difícilmente a final de mes en unas condiciones incluso de «marginalidad»: «Se trata de una situación que deriva en que la gente pelea la supervivencia a unos niveles desconocidos en los últimos años». Muchos de esos 20.000 vallisoletanos, asimismo, afrontan aún unas circunstancias más duras al carecer de vivienda en propiedad, porque no tienen medios incluso ni para hacer frente a los recibos más habituales de alquiler, agua, luz o simplemente la comida e ingresan rentas mínimas, trabajos precarios y pensiones superbajas. Frente a esta pobreza, se multiplica la conciencia social de los vallisoletanos y, mientras aumentan las personas demandantes de ayuda crece al tiempo la solidaridad de la población, tanto en asistencia económica o material como en el voluntariado (ahora son 784).

Cáritas Diocesana hace balance de la situación de la pobreza en capital y provincia, exponiendo a la vez sus cuentas del pasado ejercicio, en el que resalta un «desbordamiento» de casos relacionados con el empeoramiento de la situación económica hasta el punto de que se elevó un 22 por ciento la atención a ciudadanos por los técnicos de Cáritas. Unos números caracterizados por un crecimiento «inesperado» de los donativos, una sensibilidad creciente de algunos grupos empresariales y una caída hasta los límites de las ayudas por parte de las obras sociales de las cajas de ahorro.

En concreto, los donativos subieron exponencialmente hasta sumar 670.073 euros en 2012 frente a los 417.406 euros del año anterior o, lo que es lo mismo, crecieron un 37,7 por ciento. Una cifra que aumentó especialmente en la última campaña navideña, según indicó García Gallo. En este sentido, destaca que han detectado que este notable incremento puede derivarse a un corrimiento de los recursos: desde la cooperación internacional a la acción social. También aumentaron, aunque de modo más lineal, los donativos en especie, el dinero recogido en campañas y las colectas en las iglesias. Asimismo, destaca el crecimiento de los recursos extraordinarios en relación a las aportaciones recibidas por herencias.

Obra social. Otra de las situaciones generadas en el balance de 2012 es que una sola caja de ahorros sigue con sus aportaciones sociales. Exactamente, la Obra Social de La Caixa, con una aportación de 107.694 euros, se ha quedado como única en colaborar tras los años de bonanza donde se contabilizaban numerosas entidades y, por ende, una elevada consignación.

Por último, la radiografía de la población necesitada es de una intensificación de la pobreza en las personas en exclusión o riesgo de exclusión social y un crecimiento de la necesidad en familias sin problemas al comienzo de la crisis, «lo que provoca que la gente está derrotada, que han perdido la esperanza de volver a trabajar y el aumento del paro juvenil». Así, «las necesidades sociales obligarán a Cáritas a contratar a más personal de cara a octubre», avanzó.

Exclusión financiera. Es una nueva figura jurídica y social que afecta al colectivo más necesitado, como reveló ayer García Gallo. Se trata de una situación que va multiplicándose por momentos en la sociedad y que ha motivado que Cáritas no pueda ayudar económicamente mediante un simple ingreso bancario. Y es que el estado de deudas que tiene contraídas una determinada persona deriva en que, en el mismo momento en que le ingresan algún dinero, se lo bloquean. Es por esto que la entidad diocesana expide  directamente desde hace poco tiempo, previa firma de un recibo, el dinero que necesite.