La Junta recomienda que los colegios sigan con los mismos libros tras el cambio de ley

P.A.
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Se actualizará el material de los profesores en asignaturas que cambien su contenido

Uno de los mayores temores de las familias cuando se produce un cambio de ley de educación es el sobrecoste para sus bolsillos. En esta ocasión, la Junta de Castilla y León pretende que el impacto económico sea mínimo y ha recomendado a los colegios e institutos que mantengan los mismos libros aunque se introduzcan cambios en algunas materias. 
 
«Pretendemos que la entrada en vigor de la nueva ley no provoque más gastos que los habituales a las familias. No tiene por qué tener mayores incidencias», aseguró ayer el consejero de Educación, Juan José Mateos. 
 
En este sentido, abogó por que los centros educativos puedan disponer de alternativas para complementar y completar los libros de texto para dar respuesta a las demandas del nuevo currículo, por lo que «será posible mantener los libros de texto actuales hasta que finalice su utilización en el plazo marcado en la normativa vigente».
 
Además, el profesorado podrá elaborar sus propios recursos de desarrollo curricular, múltiples en cuanto a las fuentes, formatos y soportes. Para ello, se contempla el establecer plataformas digitales que favorezcan el trabajo colaborativo del profesorado, así como la incorporación con el plan de formación del profesorado que está en proyecto por el propio Ministerio.
 
Dentro de las medidas dirigidas a reducir el gasto de las familias en libros, Juan José Mateos también abogó por la promoción del sistema de préstamos y retuilización y la mejora del Programa Releo, actualmente en vigor en 278 centros y que la consejería pretende extender al todos los colegios de Castilla y León durante el próximo curso. 
 
En cuento a las ayudas, el consejero se mostró convencido de que de cara al siguiente curso, el primero en el que entrará en vigor la Lomce se mantenga las aportaciones de la Junta tanto a las familias como a los centros. 
 
Directores. Uno de los aspectos más controvertidos de la ley es el referente a la elección de los directores, ya que permite a la comunidad fijar sus propios criterios con el riesgo de que se conviertan en ‘directores políticos’. Mateos dejó claro que en Castilla y León no se realizará así y en su elección se tendrán en cuenta «los méritos académicos y profesionales, la experiencia y la valoración de su trabajo», exclusivamente. 
 
Dentro del funcionamiento diario de los colegios, el director gana peso en detrimento del Consejo Escolar. Este órgano pierde capacidad de decisión y evaluará proyectos educativos y de gestión, así como la programación general anual del centro. Por tanto, a partir del próximo curso sus funciones serán de consulta, información y supervisión, sin carácter vinculante. De todas formas, Mateos aseguró que los consejos escolares seguirán desempeñando un papel «fundamental».