El cannabis es la principal adicción de nueve de cada diez jóvenes que entran dentro de Proyecto Hombre

Óscar Fraile
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Fundación Aldaba alerta sobre la escasa percepción del riesgo que se tiene respecto al excesivo consumo de alcohol, que también estaba presente en casi todos los casos tratados

La marihuana está muy presente entre los jóvenes con adicción. - Foto: REUTERS Michael Kooren

La generalización de fenómenos sociales como el del botellón ha hecho que en muchas familias se asimilen los excesos con el alcohol como algo normal entre los jóvenes. Es una de las conclusiones a las que ha llegado Fundación Aldaba Proyecto Hombre en la elaboración de su Memoria 2013. La escasa percepción del peligro es un mal que afecta tanto a las familias como a los propios jóvenes. No es normal emborracharse, y mucho menos hacerlo cada fin de semana.


Una buena prueba de que esta conducta no se concibe como peligrosa es que los padres de los afectados no acuden en busca de ayuda hasta que el joven no empieza a experimentar con otras drogas. De hecho, en el 88 por ciento de los casos tratados en jóvenes la marihuana es la principal adicción. Y no porque sea la única, sino que es un destino al que se llega a través de la senda del alcohol, una droga que solo se presenta como problema principal en el ocho por ciento de los jóvenes tratados. Las anfetaminas, el cuatro por ciento.


Fundación Aldaba considera jóvenes a los pacientes de menos de 21 años, aunque la edad media de los atendidos el año pasado fue de 17 años y medio. Además, cabe destacar que ocho de cada diez fueron hombres y solos dos mujeres. Por otro lado, también llama la atención que casi la mitad de las 48 personas atendidas no tenían ingresos y que la mitad son hijos de padres separados. En este sentido, el programa también trabajó con 65 progenitores para atajar el problema de sus vástagos. Y los resultados son muy alentadores. De hecho, más del 90 por ciento de los pacientes que finalizaron el tratamiento lo hicieron con éxito, considerando como tal una disminución o desaparición del consumo, la recuperación de la normalidad familiar, un uso saludable del tiempo libre o la incorporación al sistema laboral o educativo. Desde Fundación Aldaba se avisa de que «la detección precoz es fundamental para minimizar los daños y garantizar el éxito terapéutico».


También inciden en la importancia de la inserción laboral, especialmente en jóvenes, aunque avisan de lo complejo que resulta por la «escasa cualificación y recorrido» de las personas en tratamiento. «Es una circunstancia obligada que debe ser incorporada al proceso de rehabilitación y que, de no ser así, la probabilidad de recaída aumenta exponencialmente», aseguran. El año pasado 80 personas fueron atendidas en el Servicio de Orientación Laboral y 25 lograron encontrar trabajo.

Pero el trabajo de Fundación Aldaba no se centra exclusivamente en los jóvenes. En los programas residencial y ambulatorio también se trata a adultos. En este caso, en uno de cada cuatro pacientes se presenta un caso de policonsumo, mientras que la cocaína es el problema principal en el 22 por ciento de los casos y el alcohol en el 21 por ciento (en el 14 por ciento de las ocasiones en grandes cantidades). Por detrás queda la marihuana, en un nueve por ciento de ocasiones; las anfetaminas, un seis por ciento; y la heroína, que se reduce a un tres por ciento de los casos. La edad media de los casos tratados en alumnos ronda los 35 años. Dentro del perfil del paciente también destaca que el 90 por ciento son hombres y el 84 por ciento están solteros o separados.


Fundación Aldaba también destacó dentro de este balance el trabajo hecho el año pasado dentro del ámbito penitenciario. Así, han desarrollado acciones en la cárcel de Valladolid y en la de Dueñas. En el caso de Villanubla, se atendió a 61 personas dentro del Programa Intrapenitenciario y otras ocho dentro de otro dedicado específicamente a mujeres. Gracias a este proyecto, 19 reclusos lograron beneficiarse del cumplimiento de penas en régimen extrapenitenciario (trabajos para la comunidad, compromiso de ingresar en Proyecto Hombre, etcétera).