Lula Da Silva elogia la educación como motor de desarrollo de un país

S.F.S. (Ical) / Salamanca
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El expresidente brasileño es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca a pesar de «no tener ningún título universitario», algo que definió como emocionante

De izda. a dcha., Fernández Mañueco, Hernández Ruipérez, Lula Da Silva, Juan Vicente Herrera y Sánchez Galán. - Foto: David Arranz (Ical)

El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue nombrado ayer doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca en un acto en el que alabó el papel de la educación como el motor de desarrollo de una nación, poniendo como ejemplo el impulso educativo de su país desde su llegada al poder en 2002. Lula da Silva confesó sentirse emocionado al ser honrado por una universidad con casi 800 años de historia mientras que la primera universidad de Brasil se fundó en 1930.

Consideró, con el pesar de no tener ningún título universitario, que la educación es el impulso que necesitan los ciudadanos para luchar contra las injusticias sociales y la herramienta para la libertad, la igualdad y la desaparición de las personas que se encuentran marginadas. El político y sindicalista sudamericano alabó la libertad desde la perspectiva del conocimiento y de la educación, e hizo suyas las acciones de Miguel de Unamuno que en «esta Universidad defendió la libertad frente al oscurantismo».

El acto, que fue cerrado por el rector, Daniel Hernández Ruiperez, contó con la presencia del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y del presidente de Iberdrola y del Consejo Social de la propia universidad, Ignacio Sánchez Galán, entre otras autoridades y representantes de la vida social y cultural de la Comunidad, además de los alcaldes de Salamanca y Zamora.

Lula da Silva destacó la necesidad de la educación y resaltó que gracias a ella y a la regularización de los salarios se consigue la «estabilidad económica» que ha permitido en los últimos once años que 36 millones de brasileños salgan de la pobreza, que 43 millones de ellos alcancen el estatus de clase media y, sobre todo, la creación de 21 millones de empleos en el país sudamericano. Unos logros que no consideró propios «sino de la ciudadanía, personas que hasta entonces estaban al margen».

Asimismo, afirmó que el doctorado que se le impuso «es para todos los brasileños porque han permitido los grandes triunfos de los últimos años». Salamanca, aseguró, tuvo la «audacia moral e intelectual de en el siglo XVI reconocer a los indígenas como seres humanos», por ello, es «muy importante la distinción de esta Universidad». Una lucha de reconocimiento que no ha acabado aún y, por ello, durante su mandato luchó por el acceso a la universidad de «negros e indigenas»  porque «sin educación no se puede transformar a la sociedad».

En ese sentido, el político aseguró que en esa labor de integración de los más pobres, desde 2002 se han creado en Brasil 18 universidades públicas y 146 campus universitarios, «de esta manera se asegura que los pobres de la periferia también podían acceder a la educación universitaria» pasando de 113.000 estudiantes a 227.000.

Precisamente, el Centro de Estudios Brasileños luce desde ayer el vítor honorífico de Lula da Silva con motivo de su investidura como doctor honoris. El nuevo símbolo universitario, ubicado en la fachada principal del centro, se sitúa al lado del vítor del que también fuera presidente de Brasil y doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca, Fernando Henrique Cardoso, y fue descubierto antes del acto académico.