Las antorchas y el rugido de las motos se apoderaron esta tarde de la plaza Zorrilla de Valladolid, en un tradicional desfile con el que los organizadores y participantes en la concentración motera Pingüinos rinden homenaje a todos los moteros fallecidos en accidente de tráfico a lo largo del año.

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En esta ocasión, las antorchas no llegaron a la Plaza Mayor, por encontrarse en obras. El recorrido fue algo más corto que en otras ediciones. Partió frente a la Cúpula del Milenio, en la calle José Delicado Baeza, para proseguir por el puente de Isabel La Católica, calle San Ildefonso y plaza de Zorrilla, para acabar en la Acera de Recoletos. Concluyó con el tradicional ‘Toque de oración’, interpretado en directo a corneta.