Los ídolos de Alejandra

M.R.I.
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Los Bomberos rescataron ayer a una niña de cuatro años que tenía una mano atrapada en una máquina de bolas en la calle Santuario

Alejandra se convirtió ayer en la protagonista involuntaria de un suceso fortuito con final feliz. La niña de cuatro años, que paseaba con su familia por la calle Santuario, se acercó a jugar con su hermano con una máquina de bolas instalada en la calle, pero la mala suerte provocó que su mano se quedara atrapada por la llave expendedora.


Inmediatamente su madre trató de soltar los dedos de su pequeña, ayudada por varios comerciantes de la zona, pero ante la imposibilidad de desbloquear el mecanismo optaron por llamar a los Bomberos. A la calle Santuario, a la altura del número 4, se desplazaron en pocos minutos una patrulla de la Policía Nacional y una dotación de Bomberos, que poco después consiguió desmontar la máquina y liberar a Alejandra.


La niña, que esperaba tranquilamente sentada en los brazos de su madre y comiendo gominolas, observaba con curiosidad el trabajo de los seis bomberos que la liberaron y que recibieron como premio un beso y un abrazo. Todos se interesaron por la niña y disfrutaron de uno de los rescates más amables que pueden realizar en su rutina diaria, convertidos por un día en los héroes de Alejandra.


Este rescate, que congregó a numerosos curiosos atraídos por el dispositivo de seguridad, se completó con una ambulancia y un equipo de sanitarios que atendió en el lugar a la niña. En principio, la pequeña se encontraba en perfecto estado y sólo tenía un buen susto y unas pequeñas marcas en los dedos, pero su madre pidió que se la trasladara a un centro sanitario para poder realizarle las pruebas oportunas.