«Veríamos con buenos ojos recuperar el soterramiento»

M.R.I
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Entrevista al presidente de la Cámara de Comercio, Víctor Caramanzana. El empresario demanda más infraestructuras y apunta que las cuentas de la institución este año son realistas y que espera cumplir sus obligaciones con la Feria de Valladolid

Víctor Caramanzana, presidente de la Cámara de Comercio de Valladolid - Foto: Jonathan Tajes

El empresario riosecano Víctor Caramanzana llegó provisionalmente, en marzo de 2016, a la Presidencia de la Cámara de Comercio de Valladolid para suceder a Carlos Villar, que dejaba el puesto para dedicarse en exclusiva a su empresa. Dos años y medio después ha sido elegido por unanimidad como presidente de la institución cameral. Este año la institución está trabajando con un presupuesto de 4,5 millones de euros, pero su economía continúa lastrada por inversiones como la obra de la Escuela de Cocina, a pesar del acuerdo de refinanciación que logró el año pasado con la Consejería de Economía y Hacienda.

¿Qué motivos le han ayudado a decidirse a continuar en el cargo?

Quería dar continuidad y acabar un trabajo que empezamos en 2016. La Cámara en ese momento atravesaba por una situación francamente complicada. El cambio de normativa y la falta de financiación habían hecho que tuviéramos que cambiar de modelo y reinventarnos. Estos dos años y medios nos hemos dedicado a hacer una nueva Cámara, sobre todo basado en la desaparición del recurso cameral que era fundamental para nuestra subsistencia. También hemos afrontado el cambio de normativa y legislación, además de afrontar el proceso de la nueva Ley de Cámaras de la Junta de Castilla y León.

«Veríamos con buenos ojos recuperar el soterramiento«Veríamos con buenos ojos recuperar el soterramiento"Un proceso con el que es muy crítico y mantiene un posición disonante respecto al resto de cámaras de la región.

Somos críticos con el texto legislativo, no contra nada ni contra nadie. Es algo que siempre hemos mantenido. El texto no nos gusta por tres motivos básicos. El primero es la financiación, otro punto es el de la extinción de una Cámara por dos años en pérdidas. El motivo es muy claro, la Cámara de Valladolid siempre ha sido inversora. En 2010 se empezó a hacer la Escuela regional de Cocina y tenemos un montón de edificios, que hacen que las amortizaciones de las infraestructuras nos coman nuestro beneficio operativo. Pedimos que esto se amplíe, al menos, a cuatro años. El último es la creación de una Cámara Autonómica, que consideramos que no tiene sentido, que finalmente será una Agrupación de cámaras.

Reclama financiación pública para dar servicios, pero en su discurso de investidura apostó por aplicar un funcionamiento más empresarial y menos institucional. ¿Cómo conjugará eso?

La Cámara es una corporación de derecho público que en este momento se financia de forma privada. Hemos cambiado de un modelo institucional a uno privado, pero aún así hay servicios que son públicos y gratuitos para los que pedimos financiación pública. Queremos que aparezca en los presupuestos de la Junta una cantidad en función del número de empresas que tenemos en la demarcación, a las que damos servicio. El resto del funcionamiento se basa en la competitividad, con el desarrollo del negocio privado, con dos acciones como la Digitalizadora de Castilla y León, y el Blockchain (Internet del valor), que es un apuesta muy importante de esta institución, donde desarrollaremos tres nodos industriales, uno para la automoción, otro para industria agroalimentaria y un tercero para la mediación y el arbitraje.

¿Cómo es ahora mismo la situación económica de la Cámara tras haber refinanciado la deuda de la Escuela de Cocina? ¿Y qué nivel de transparencia tienen sus cuentas?

El nivel de transparencia es total porque el presupuesto está colgado en la página web. La transparencia es total de las cuentas y las actividades. Además, estamos auditados por la Junta de Castilla y León. y a parte tenemos una auditoria externa, con lo que creo que el nivel de transparencia está por encima de lo que se exige. Es algo que puede ver cualquier persona que entre en la página.

*En este punto aclarar que la institución subió después de realizarse esta entrevista y consultar su página web la auditoria del ejercicio 2017, que aseguraron estaba pendiente.

¿Pero han llegado ya a una estabilidad económica refinanciando la deuda?

Estamos en vías de hacerlo. En estos dos años y medio hemos trabajado básicamente para tener ese equilibrio real. Este año son los primeros presupuestos que son realistas con lo que vamos a hacer y cumpliéndolos estaremos en una situación óptima para cumplir nuestras obligaciones.

¿Esto significa que podrán volver a aportar su cuota al Consorcio de la Feria de Muestras? El alcalde advertía el otro día de que si no hay aportaciones se debería redefinir las participación.

El consorcio ferial es algo muy importante para la Cámara. Ha habido presidentes que han arriesgado su patrimonio para poderlo hacer, como Vicente Garrido. Lo que pedimos es que ese esfuerzo que se hizo en otro tiempo, que se reconozca ahora que tenemos una posición de debilidad, no debido a nosotros si no debido a un cambio normativo que nos ha pillado con el pie cambiado. Estamos dispuestos a aportar, como ya lo hacemos, en cantidades que para nosotros son importantes aunque este momento la Feria necesita más. Estamos a la espera de un reunión con los demás consorciados y llegar a un acuerdo que sea el mejor para la Feria porque será el mejor para Valladolid.

En su papel de defensa de las empresas locales y su conocimiento de la economía de Valladolid, ahora que estamos en un momento clave para confirmar la recuperación económica y para redefinir el mapa industrial en una provincia con mucha dependencia del sector automovilístico y el agroalimentario, ¿qué análisis hace del escenario empresarial a corto-medio plazo?

La industria es fundamental para el desarrollo de cualquier otra actividad. Sin industria no hay servicios, ni turismo, ni nada de nada. La Cámara tiene focalizada la industria, estamos trabajando en la digitalización para industria agroalimentaria y de automoción. Pero también tenemos en cuenta el resto de sectores, que se encuadran en los ejes transversales de la competitividad. Acabamos de firmar un convenio con el Ayuntamiento de Valladolid para el comercio minorista de la capital. Todo pasa por la competitividad a través de la digitalización y la innovación y la formación. En esto somos pioneros en muchas acciones y también líderes, con lo que podemos ayudar a todos los sectores. Otra área prioritaria es el turismo. Tenemos la Escuela Internacional de Cocina que es un recurso fundamental para hacer mejor a todos los actores que participan en el turismo. También hemos firmado hace poco un acuerdo con la Diputación de Valladolid para llegar a todas las empresas del sector turístico de la provincia y reconvertirlas en toda la parte digital.

Habla del comercio tradicional, que en Valladolid está en un proceso de reconversión para hacer frente a las grandes superficies comerciales y la competencia de la venta online. ¿Qué vías de futuro ve para el sector?¿Qué le parecen ideas como la que planteó la Consejera de Hacienda de cobrar por probarse la ropa?

Me quedo con que la Consejería de Economía y Hacienda defiende, al igual que nosotros, que a la competitividad se llega a través de innovación, digitalización y la formación. El comercio se tiene que transformar. Nosotros lo defendemos porque, además, crea un modelo de ciudad que es fundamental, pero también a los demás comercios. La ventaja, ahora, es que pueden ser grandes sin ser grandes. Hay que utilizar la tecnología para ayudar a ser mejores.

Incide en el uso de la tecnología, pero en la provincia no hay cobertura total para acceder a esos servicios y la edad de algunos empresarios es ya avanzada.

Aquí solo nos queda demandar, como hacemos siempre, que las infraestructuras telemáticas sean las mismas que en cualquier polígono de Valladolid. Siempre hemos luchado por el medio rural. No se puede decir que queremos frenar la despoblación y crear estructura económica en los pueblos, y luego no tener lo mínimo para abrir negocios.

¿Qué tal funcionan los viveros de empresas y antenas que tienen en distintas localidades de la provincia?

La apuesta por el medio rural es fundamental. Estamos con varias acciones de empleo en varias localidades. Tenemos un vivero en Medina del Campo, que el año pasado alcanzó el cien por cien de ocupación con 13 empresas y ahora estará por encima del 85%, y antenas en otros municipios. Nuestra apuesta es clara.

¿Pero funcionan?

Habitualmente están a un porcentaje muy elevado de ocupación. Además, vamos a modificar la estructura del de Valladolid para que entre dentro de la línea que tenemos marcada de digitalización, aprovechar para que se instalen starup allí y puedan dar servicio a todas las empresas que entran a través de la digitalizadora. Van razonablemente bien.

Otra apuesta importante es la internacionalización. ¿Cuántas empresas de Valladolid se benefician realmente de estos programas?

El balance de estos dos años y medio es de 450 empresas. Estas misiones son fundamentales para la provincia porque hemos conseguido que muchas empresas pequeñas que tenían miedo a salir fuera lo hayan vencido y han conseguido exportar. Es algo fundamental en una economía globalizada. Además, tenemos un dato bueno es que normalmente se tarda dos años en exportar y lo estamos haciendo en uno y muchas veces en ocho meses. Eso es un ahorro de costo para las empresas muy importante. También estamos trabajando en la especialización y fruto de eso es el convenio que hemos firmado con la India a través de Cámara España, para ser la entrada en la India a todas las cámaras y las empresas.

¿La formación seguirá siendo una apuesta de la Cámara?

Es fundamental para la Cámara y para las empresas. Aquí tenemos la Escuela de Negocios, la Escuela Internacional de Cocina y luego la formación que se da a través de convenios con las empresa. La Escuela de Cocina está al cien por cien, con una tasa de inserción también del cien por cien. La Escuela de Negocios es la primera de la región y ya han pasado por ella más de 3.200 alumnos, con una inserción del 70%. Además, se adapta inmediatamente a lo que necesitan las empresas.

Después de este repaso por todo los sectores, ¿cuál considera que es el punto débil de las empresas de la provincia?

El mismo de toda España, es el tamaño. Hay mucho autónomo, micropyme y pyme. Hay que vencer el miedo a crecer o a asociarse porque el mercado así lo demanda. Tenemos datos que una empresa de más de 50 trabajadores empieza a tener unos índices de productividad como en Alemania, pero de ahí hacia abajo es mucho menor. Hay que llegar a empresas de mayor tamaño porque eso facilita la digitalización, la competitividad o la formación.

En la provincia y la capital se acumulan los polígonos vacíos. ¿Las empresas ya no necesitan suelo o prefieren otras ubicaciones?

El que haya polígonos o suelo industrial no quiere decir que las empresas vayan a instalarse allí. Las empresas buscan su beneficio porque están para dar resultados a sus inversores y accionistas. Y siempre buscan el mejor sitio para implantarse y tiene que ser atractivo. Posiblemente los grandes polígonos sean más atractivos que los pequeños. Eso no quiere decir que no se deba potenciar la zona rural y que se establezcan empresas allí. Habría que ver cómo se puede hacer la discriminación positiva aunque al final la empresa es la que decide quedarse o marcharse. 

¿Qué le parece el proyecto del parque agroalimentario, que se anuncia como un gran polígono?

En este momento la especialización es importante. Que un polígono esté especializado parece interesante, pero vamos a ver cómo se desarrolla.

¿Qué reclamación de inversión haría al Ayuntamiento, la Diputación, la Junta y el Gobierno central?

En esta casa siempre hemos defendido el soterramiento del tren. Ahora se está volviendo a hablar desde el Ayuntamiento y lo vuelven a apuntar como una posibilidad que veríamos con muy buenos ojos. También es fundamental que se desdoble la N-122, acabar la A-6 y la transversal que uniría Benavente con Burgos porque es todo el desarrollo del tráfico pesado que comunica Europa con Portugal. El tema de redes es fundamental, también. Y cualquier aspecto que haga que las empresas sean más competitivas.