Comisiones Obreras de Castilla y León advirtió ayer de la caída en un 13,6 por ciento de la afiliación media a la Seguridad Social en Castilla y León desde 2008, una tendencia que disminuye las cotizaciones y precariza el empleo. Así lo pone de manifiesto el sindicato en un informe en esta materia presentado hoy en Valladolid en el que manifiestan que el número de afiliados pasó de 978.148 a 844.922 en 2014, es decir, 133.000 menos que en el inicio de la crisis, una evolución similar a la experimentada por el conjunto nacional, donde se redujo un 13,4 por ciento.
El secretario de Salud Laboral, Seguridad Social y Medio Ambiente de CCOO Castilla y León, Mariano Sanz, alertó de que el descenso se produjo en todos los regímenes, salvo en el de empleados del hogar, que aumentó en 8.000 personas como consecuencia del proceso de integración del año 2012. En el general, los afiliados bajaron un 14,8 por ciento, mientras que desapareció el 10,9 por ciento de los autónomos (un 15,7 por ciento de los mismos era del Régimen Especial de Trabajadores Agrarios). Por último, la minería del carbón vio reducida su afiliación media en 1.560 personas en estos seis años, un 56,6 por ciento. «Son cifras muy bajas», refrendó Sanz, según informa Ical.
Durante el año pasado, se da la circunstancia de que la afiliación mantuvo un ritmo creciente desde enero a octubre, cuando se situó en las 860.000, momento en el que bajó en los dos últimos meses del año «por la pérdida de empleo estacional».
Mariano Sanz destacó, entre las características más relevantes, que León y Ávila registraron el descenso más pronunciado desde 2008, con un 16,2 y 15,7 por ciento, frente a Soria, que experimentó un 10,6 por ciento, la más moderada. Entre medias, Segovia y Burgos redujeron sus afiliados un 13,7 por ciento; Zamora, un 13,6; Salamanca, un 13,3; Valladolid, un 12,4; y Palencia, un 11 por ciento.
Igualmente, manifestó que la crisis ha pasada también factura a la afiliación de extranjeros y que, en términos globales, la contratación temporal supone el 92,4 por ciento del, frente al 7,6 por ciento de los indefinidos. Además, el 41 por ciento de ellos corresponden a jornada completa, 20 puntos menos que en 2010, cuando ese porcentaje lo ocupaban el 61,5 por ciento.
Recaudación. Mariano Sanz denunció que no existe proporción entre la afiliación y la recaudación, lo que repercute en la hucha de las pensiones. Así, alertó de que las tarifas planas, exenciones y bonificaciones «desequilibran y maquillan» el sistema con empleos «más precarios, parciales e inestables y reducción de la prestación social».
Una realidad que, según explicó, se refleja en la disminución en 50 millones de euros de la recaudación en 2014 -respecto a un año antes- en las cotizaciones del colectivo de desempleados y fomento del empleo, que pasó de 345 a 294,6 millones, una evolución no proporcional al incremento de la afiliación a la Seguridad Social.