Irán frena el acuerdo nuclear

Agencias
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La república islámica condiciona el pacto con el 5+1 para limitar su programa atómico al levantamiento de las sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional

 
 
Tras una noche turbulenta, con fuertes altibajos y un final sin entendimiento concreto, las delegaciones del grupo 5+1 -compuesto por Estados Unidos, Alemania, Francia, China, Rusia y el Reino Unido- e Irán retomaron ayer las negociaciones sobre el programa nuclear de la república islámica tras muy pocas horas de sueño y habiendo ya pasado el plazo oficial acordado para lograr un entendimiento -fijado en la medianoche del pasado martes-.
Si bien las conversaciones para limitar el plan atómico de Teherán consiguieron avanzar en «todos los asuntos clave», según el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, quien se mostró convencido de que los pactos básicos para resolver el conflicto concluirían a lo largo del día, al cierre de esta edición no se había llegado a consenso alguno. De hecho, su homólogo persa, Mohammed Yawad Zarif, fue más cauto e indicó que había soluciones «para la mayoría de las cuestiones».
El principal obstáculo para rubricar el acuerdo reside en la postura iraní de que las negociaciones llegarán a buen puerto en el momento en que la comunidad internacional cancele todas las sanciones económicas que pesan sobre la nación árabe desde hace ya varios meses.
«En primera línea, deben levantarse las multas, sobre todo en el sector petrolero y bancario», advirtió el viceministro del Exterior, Abbas Araghchi. 
Sin embargo, los representantes de los cinco países con poder de veto en la ONU -EEUU, Francia, el Reino Unido, Rusia y China-, así como Alemania, pretenden abolir esas penas financieras de forma escalonada, por lo que se antoja complicado que se llegue a una solución inmediata.
Eso sí, Moscú se muestra más optimista y el propio Lavrov manifestó que «hasta finales de junio, los expertos trabajarán en los detalles» del escrito definitivo. «El diablo está en los detalles, ya se sabe», agregó.
El representante del Kremlin manifestó que el acuerdo contiene la posición defendida por su país de que Irán tiene derecho al uso civil de la energía nuclear. Eso incluye el enriquecimiento de uranio bajo el «control confiable» de los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y el levantamiento de las sanciones.
En este sentido, Araghchi insistió en continuar con las investigaciones porque su país debe tener el derecho «de tener centrifugadoras más rápidas y modernas».
El ministro chino de Exteriores, Wang Yi, instó a todas las partes a llegar a compromisos. «Todos tienen que estar dispuestos a acercarse a la posición del otro», señaló de modo conciliador.
Por otro lado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a advertir de que un acuerdo entre la comunidad internacional e Irán sobre su programa nuclear es «inadmisible». 
En su opinión, el consenso entre ambas partes «allanaría el camino» al régimen de los ayatolás a la fabricación de la bomba atómica, algo que haría peligrar al territorio judío, aseveró.
«Irán no ha cedido en sus aspiraciones de destruir Israel», remarcó el premier, quien exigió a las delegaciones reunidas en la ciudad suiza de Lausana a presionar en la mesa de diálogo para «detener el comportamiento agresivo de Teherán en la región».